IBARRA Y OTAVALO SE ADHIEREN AL ECUADOR PARA FORMAR UN ESTADO SOBERANO
Colombia, La Grande, se fracciona y los sueños de Bolívar llegan a su fin. El 12 de mayo de 1830 se inicia el camino para la conformación de un nuevo estado que se denominó Ecuador.
“No hay ahora quien defienda la integridad de la República, sus leyes sacrosantas, su libertad y su poder. Noticias fidedignas nos hacen pensar que S. E. el Libertador ha resuelto últimamente ausentarse de ella por motivos que no ocultan. ¡Tal ha debido ser el extremo de desolación que tocan los infelices pueblos de Colombia!” (Acta de Cuenca). Además: “El pacto social que los unía en un solo estado soberano, está al presente enteramente disuelto: las actas de Venezuela, Casanare, Neyva, Quito y otras provincias, pronunciándose por una nueva forma de gobierno, acreditan evidentemente que está quebrantado el contrato de asociación. El gobierno mismo, sin poder resistir a un voto que cree general, ha sancionado esta disolución el 15 de abril próximo pasado, manifestando al Congreso que no tiene medios de sostener la tranquilidad y que es indispensable dar un reglamento provisorio y convocar a una Convención Granadina; declarándole al mismo tiempo la nulidad de su representación y la necesidad de cesar en sus funciones. Semejante disposición del Gobierno y las voluntades de una gran parte de la Nación, nos indican lo que debemos hacer en estos momentos de crisis por la suerte de nuestros destinos. De hecho estamos separados, o diré mejor abandonados, de aquellos pueblos que primero se han pronunciado conforme a sus sentimientos; nos hallamos sin representantes; y entonces toca a cada individuo dar su voto por si mismo, para establecer un gobierno que convenga a sus costumbres e intereses”. (Estos son los argumentos que se notan en el acta de Cuenca).
La colección de documentos que mantiene el Archivo Nacional, se agrupa en el; “Solemne pronunciamiento de la Capital de Quito y demás pueblos del Sur de Colombia por el cual se constituye el Ecuador en Estado Soberano, Libre e Independiente. Año 1830”.
Con fecha 12 de mayo, el Procurador General del Departamento del Ecuador (Dr. Ramón Miño), remite la siguiente comunicación al General Prefecto (José María Sáenz); “La mayor parte de los Departamentos de la República se han pronunciado ya por la disolución de su unidad política. Las glorias del Libertador Bolívar, el justo ascendiente que adquirió sobre los pueblos de Colombia no han sido bastantes para contener los esfuerzos con que todas sus secciones claman por otra forma de Gobierno. El Norte de la República rompió la unión; siguieron su ejemplo en el Centro los habitantes del Cauca, y aunque entonces el Congreso mismo reunido en la Capital había claudicado en su nombramiento y crean sus trabajos sin objeto legítimo; Quito defendiendo siempre a las voluntades del Libertador, y sin perder de vista los grandes males que acarrean a los Estados innovaciones de tanta consideración, se ha mantenido en la quietud más honrosa abominando los horrores que acompañan a la anarquía. Y para emitir solemnemente sus votos reasumiendo su representación separada entre los tres grandes distritos que compusieron la República, ha esperado que el Norte, y el Centro manifestasen su voluntad de no permanecer unidos formando un solo cuerpo; es decir, que ha esperado que fuese la crisis inevitable y que careciese absolutamente de remedio. Convencido el Supremo Poder ejecutivo de la tendencia general de la desunión, ha solicitado en su Mensaje del Congreso que se declare fenecida la existencia de la República bajo el gobierno central con que fue constituida; lo que importa tanto como decir que los pueblos entren en el pleno goce de su libertad para elegir la forma del que más quieran y más crean convenientes.
Debe pues Quito en uso de sus derechos proceder a pronunciarse: Pero a efecto de que se conserve el orden en esta Capital y sin dejar de reconocer la autoridad de V. S. para el mismo fin, anhelan sus moradores, atendiendo a su bien a que convoquen cuanto antes por V. S. los padres de familia y corporaciones para que con la libertad más amplia expresen todos sus deseos sobre el gobierno que debe establecerse y las basa esenciales en que haya de fundarse.
Espera el público del ilustrado patriotismo de V. S. que inmediatamente se sirva dictar las órdenes convenientes a ese intento y comunicarlas a los Cantones, del departamento a su mando. Quito mayo 12 de 1830.- (f). Ramón Miño V.
El General Prefecto del Departamento del Sur, José María Sáenz, recibe la comunicación y en virtud de sobrepasar su posibilidad de resolución eleva a consulta a Juan José Flores, que para entonces era el Prefecto General del Distrito del Sur. Además, porque asuntos de tanta trascendencia debían ser autorizadas al Procurador, por las corporaciones municipales cuando existían y para asegurar el cumplimiento de las formalidades se pide que las personas que ocupan su lugar, expresen “si ratifican esa petición como el voto del pueblo”, y que “se de cuenta inmediatamente al Sr. General Prefecto General para que en uso de su autoridad superior y del especial encargo que tiene de conservar el orden público y civil, tenga a bien resolver lo que creyera más arreglado, quedando esta prefectura libre de responsabilidad”. (f). Sáenz. Peñaherrera y certifica el escribano Castrillón.
El mismo 12 de mayo el escribano Castrillón levanta el acta y da fe de que en la Sala de la Municipalidad, encontró reunidos a los Señores que la componen; a saber; el Señor Miguel Carrión, Jefe General de la Policía, el Señor Manuel de la Peña Alcalde Municipal 1ro, y el Señor Dr. Ramón Miño, Procurador General, para satisfacer esta petición.
Bajo el epígrafe de; “República de Colombia”, desde el Cuartel General ubicado en Pomasqui, el 12 de mayo, con oficio número 149, el Prefecto General del Distrito del Sur (Juan José Flores), acusa recibo de la comunica del General Prefecto del Departamento del Sur, así: “He tenido la honra de recibir la nota V. S. (con) fecha de éste día junto con la representación del Síndico Procurador General y los tres documentos más a que en ella se refiere; y en contestación debo manifestar a US., que esta Prefectura General no se opone a que los Ciudadanos del Ecuador emitan libremente sus opiniones, con tal que lo hagan sin alterar el orden y con la moderación con que los ha distinguido durante un largo período de tiempo. La Prefectura General tiene una confianza ilimitada en la ilustración del Pueblo de Quito y por tanto excusa recomendar a su consideración los eminentes servicios que El Libertador ha prestado a las causas de la libertad y sus inmarcesibles glorias que son ya una propiedad de Colombia.- Con muy distinguida consideración soy de US. Obediente Servidor.- (f) Juan J. Flores
Al día siguiente, 13 de mayo, el pueblo de Quito realiza el pronunciamiento contenidos en siete puntos: “En la ciudad de San Francisco de Quito a trece de mayo de mil ochocientos treinta.-Congregados los corporaciones y padres de familia por el Señor General Prefecto del Departamento en virtud de la representación que le ha dirigido el Señor Procurador General e instruidos de los puntos que contiene.- Dijeron: Que consiguiente con sus principios y amor al orden han sostenido la integridad Nacional hasta la presente crisis en que la mayoría de Colombia, prenunciándose por una nueva forma de Gobierno ha disuelto la unión, como lo acreditan las actas de Venezuela, Casanares, Neyva, Popayán y otras Provincias. Que aún el gobierno considerando, ser este el voto general, ha manifestado al Congreso en su último mensaje, la nulidad de la representación, y la necesidad de cesar en sus funciones; Que no pudiendo Quito resistir por mas tiempo a esta voluntad, ni mostrarse insensible a sus verdaderos intereses se ve precisado a uniformar sus sentimientos con los deseos de la Nación, para salvarse de los horrores de la anarquía y organizar el Gobierno más análogo a sus costumbres, circunstancias y necesidades.- Declaran:
1. Que en ejercicio de su soberanía se pronuncian por Constituir un Estado libre e independiente con los pueblos comprendidos en el Distrito del Sur y los otros que quisieren incorporarse…
2. “Que mientras se reúna la Convención del Sur y se nombren los altos funcionarios; queda encargado del Mando Supremo, civil y militar el Sr. Gral. de División Juan José Flores; en quien depositan toda su confianza, convencidos por los repetidos testimonios que les ha dado de su propensión a conservar el orden y la tranquilidad, por haber salvado tan gloriosamente al Sur en las circunstancias más difíciles; por el acierto, integridad y tino con que se ha conducido en la carrera de su mando, conciliándose con sus talentos y virtudes el aprecio general de estos pueblos que le son deudores de inmensos beneficios”.
3. “Que en ejercicio del citado Poder que se le confiere se le autoriza a que nombre los funcionarios que estime necesarios y que haga cuanto crea conducente al mejor régimen del Estado; manteniendo los empleados y Leyes vigentes con aquellas modificaciones que sean indispensables.
4. “Que quince días después de haber recibir las actas de los Pueblos que deben formar con Quito un solo Estado, convocará el Congreso Constituyente conforme el reglamento de elecciones que expidiese al efecto”.
5. Que si dentro de cuatro meses no se hubiere instalado la Convención, se reunirá al pueblo para deliberar sobre su destino”.
6. Que el Ecuador reconocerá siempre los eminentes servicios que ha prestado a la causa de la Libertad, Su Excelencia el Libertador, cuyas glorias que son las de Colombia, se conservarán entre nosotros, como un depósito sagrado y se trasmitirá a la posteridad para su gratitud y admiración.
7. Que se eleve esta acta al Sr. General Jefe Supremo por medio del Sr. Presidente de la Asamblea para su conocimiento y a que tenga a bien dirigirla a los demás Departamentos por medio de una Diputación que nombrará al afecto. Y la firmaron: (f) J. Sáenz.- (Preside la Asamblea) Fidel Quijano.- Antonio Román.- Luis de Saa.- Joaquín Chiriboga.- Dr. Manuel Solano (Prebendado), Joaquín Gutiérrez, Dr. José Joaquín de Aguirre (sigue un centenar de firmas)
El 14 de mayo, en la Parroquia de Santa Clara de Pomasqui, el Gral. José María Sáenz toma el juramento a Juan J. Flores. En el acta se registra este acto de la siguiente manera: “¿Juráis a Dios y por los Santos Evangelios desempeñar, fiel y legalmente la autoridad suprema a que habéis sido llamado por el voto común del Pueblo Quiteño? A que respondió: Si juro. Si así lo hiciereis Dios os premie, de lo contrario os lo demande. Concluido este acto quedó S. E. en ejercicio libre de su Supremo destino, de que certifico. (f) Juan J. Flores; (f) José María Sáenz, Prefecto del Departamento del Sur.
Sáenz se encargó, por bando, de hacer conocer la proclama de Quito y la designación del General Juan J. Flores como encargado del mando Supremo Civil y Militar del Ecuador.
En fechas posteriores se van sumando al nuevo estado, otros pueblos de lo que fue el Departamento del Sur que lo constituían Ecuador, Guayaquil y Azuay. Las congregaciones religiosas, colegios, cortes y autoridades militares y municipales se unieron a la declaratoria de Quito.
PRONUNCIAMIENTO DE IBARRA
Acta de Ibarra.- “En la Ciudad de San Miguel de Ibarra a diez y seis días del mes de Mayo de mil ochocientos treinta años. Reunidos las Corporaciones, Padres de Familia, y resto del vecindario para resolver sobre el pronunciamiento hecho por la Capital del Departamento acerca de constituir el Sur en un nuevo Estado bajo una forma de Gobierno que pueda asegurar su felicidad, consiguiente a la invitación hecha por bando por el Sr. Gobernador Político de esta Provincia habiéndose anunciado por el mismo en este acto el objeto de la reunión, y leídose en alta voz la nota oficial del Sor. Gral. Prefecto, y acta del referido pronunciamiento. Dijeron: que anónimamente se adherían en todas sus partes al contenido de la enunciada acta de pronunciamiento de la Capital del Departamento. Que se saque copia de esta, y por conducto del Sr. Gobernador se eleva a la Prefectura para su conocimiento y el del Jefe Supremo del Estado: y lo firmaron.- Joaquín Gómez de la Torre. Francisco Javier Cortés. José Santacruz. Juan Antonio Rosales. José Gangotena. Pedro Manzano. El Sr. Comandante Manuel Soto. Fr. Mariano Negrete Rector. Francisco Javier Gavilanes. Luis María Torres. El Catedrático de Filosofía Mariano Maldonado. El Administrador de Tabacos Mariano Escudero. José Amezaga. El Escribano de Hacienda y Gobierno Manuel Ribadeneyra. Joaquín Monge. Mariano Viteri. José Burgasi. Agustín Ángel Posse. Vicente Flor. Francisco Negrete. El Comandante 1º Antonio Espinoza. Nicolás del Pozo. José de Lara. Miguel Játiva. Manuel López. Miguel Jácome. Manuel Ribadeneyra y Cervantes. Bernabé Oñate. Antonio Escudero. Joaquín Guzmán. Lázaro Carrillo. Ayudante Ramón Valdez. Miguel Franco. José Manuel Egas Venegas. José Sánchez. Gregorio Ramírez. José Aguayo. Francisco Javier Grijalva. Francisco Guzmán. José Vinueza. Fray Joaquín Jibaja Prior. José Carbajal. Manuel José Cifuentes. Antonio Ribadeneyra. José Carrillo. Fray Joaquín Subía Guardian. El Escribano Público del número José Arsiniega y Paredes. Alejo de la Vega Secretario Municipal”.
PRONUNCIAMIENTO DE OTAVALO
Acta de Otavalo.- “En la ciudad de Otavalo a veinte y tres de mayo de mil ochocientos treinta. Reunidos las autoridades, Padres de familia y más vecinos que hacen la población de este Cantón a virtud de haberlos convocado el Sr. Juez Político, se leyó por este Sr. la Acta celebrada en la Capital de Quito a trece de los corrientes relativa a constituir el Sur en un nuevo Estado bajo la forma de un Gobierno que le asegure su futura felicidad, y tomando en consideración con la reflexión y madurez propias de tan interesante asunto, hallaron que las bases sobre que el Pueblo Quiteño había fundado su pronunciamiento eran incontrastables; que las medidas adoptadas a su consecuencia podrán salvar la Patria de los horrores de la anarquía y conservar el orden y tranquilidad pública; y la elección de Jefe Supremo en la persona del Sr. General de División Juan José Flores el mejor garante que asegure tan grandes bienes, puesto que ha dado públicos testimonios de su amor al orden y del deseo de hacer felices a estos pueblos. A su virtud y deseando al de Otavalo informar sus sentimientos con el que Quito que por mutuas relaciones hacen una sola voz; usando de la plenitud popular se pronuncia espontáneamente en los mismos términos de su Acta citada; y suplica al Sr. Jefe Supremo se sirva aceptar con agrado sus votos, permitiéndole que en honor del grande e Inmortal Libertador Simón Bolívar pueda levantar en la plaza de esta Ciudad una Pirámide, en la que en láminas de Marmol y letras de Oro se cifren sus glorias y la gratitud del pueblo Otavaleño que desea conservar un monumento eterno que le recuerde al Héroe de los siglos autor de su Libertad; cuya gracia se espera conseguir por conducto del Sr, Jefe Político, quien queda encargado al respecto. Sáquense copias de esta Acta, y diríjanse la una al Sr. General Prefecto para los fines convenientes, y la otra al Sr. Gobernador de la Provincia para su conocimiento, y la firmaron: El Jefe Político José Castro. Miguel Narváez Alcalde 1º Municipal. Antonio Albuja Alcalde 2º Municipal. Santiago Arévalo Procurador Municipal. Juan Bautista Argote Vicario. Pedro Valverde cura de la Matriz. José Rivera Cura del Jordán. Fr. José Montenegro Guardián. Fr. Antonio Jaramillo. Fr. José Jaramillo. Antonio Monje. José Torres Alcalde Parroquial. José Espinoza Alcalde 1º de Cotacache. José Villasís Alcalde 2º. Fernando Escobar Alcalde de San Pablo. Francisco de Endara. Francisco Garcés. Miguel Endara. José Cruz alcalde 1º de Cayambe. José María Guerrero Alcalde 2º. Gregorio Meliton de Orellana Alcalde 1º de Tocachi. Miguel Jaramillo. Joaquín Rivadeneyra Fajardo. Toribio de Ortega. José Mariano de Almeida. Antonio Pérez de la Cruz protector de Indígenas. Miguel Pinto. Antonio Esteves Mora. Pedro Jaramillo. Plácido Garcés. Manuel Jaramillo. Javier Pinto. Antonio Garcés. Mariano Paredes y Palacios. José Mantilla. Manuel Dávila. Justo Benalcázar Preceptor de primeras letras. Cornelio Jaramillo. José Pinto. Tomás Orbe. Joaquín Paz. Cristóbal Egas. Juan Atiencia Escribano público y de hacienda. Miguel Valladares, Oficial Mayor de hacienda- El oficial 2º de hacienda Tomás Pérez. José Peñaherrera. Nicolás Vergara. José de Auz. Marcos Alarcón, Administrador de Correos. José Jaramillo. José Jaramillo Alcalde 1º de Atontaqui. Gregorio Endara Alcalde 2º. Rafael Maya Cura de Atontaqui. Antonio Martínez de Vega. Joaquín Andrade y Erazo. Felipe Bosmediano. José Andrade. José Aguinaga. Joaquín Andrade. Manuel Aguinaga Luna. Fray José Andrade. Jacinto Vinueza. José Venancio Garzón. Dr. Joaquín Aguinaga. Manuel Marroquín. José Rocha. José Sánchez Andrade. Jesús Aguinaga. Mariano Serpa. Basilio León. José Mariano Albuja. Javier Andrade. Antonio Rosales. José de Andrade. Juan Peñaherrera. Marcelino Alzamora. Juan Ruiz. José Ruiz. José Avendaño. Manuel Albuja. Manuel Andrade. José Santos Alzamora. Juan de la Guerra. Manuel Ruiz Serpa. Agustín Andrade. Antonio Galindo. Manuel Bastidas. Nicolás Sarnosa. Bernardo Bolaños. Joaquín Murillo. Luis Joaquín de la Puente”.
“Es fiel copia de su original a que en caso necesario me remito, en cuya fe lo signo y firmo en Otavalo mayo veinticinco de mil ochocientos treinta. Hay un signo, Juan Atiencia, Escribano público y de hacienda”.
Con la premura que el caso requería se convoca al Congreso Constituyente en Riobamba que nombra a Juan José Flores como primer Presidente de la República del Ecuador.
FUENTE: Archivo Nacional. Quito. “Solemne pronunciamiento de la Capital de Quito y demás pueblos del Sur de Colombia por el cual se constituye el Ecuador en Estado Soberano, Libre e Independiente. Año 1830”.
Gaceta de Quito. Nº 61. Trimestre 6º. 22 de mayo de 1830. Universidad Central del Ecuador. p. 2
Gaceta de Quito. Nº 62. Trimestre 6º. 6 de junio de 1830. Imprenta de la Universidad Central del Ecuador. p. 3
NOTA FINAL.- Hemos utilizado el mismo texto inicial que lo incluimos en otros artículos de los pronunciamientos de otras ciudades.
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