CARNAVAL EN RIOBAMBA


Con gran colorido y algunos excesos se festejaba la temporada de Carnestolendas en la villa del Glorioso San Pedro de Riobamba.
La palabra carnaval tiene una etimología incierta; Menaje, dice que viene del italiano carnavale; Ducanga, la deriva del car-a-val, porque entonces la carne se va para dar lugar a las privaciones de cuaresma. No es fácil determinar su origen, aunque parece ser una reminiscencia del paganismo.
Todos los pueblos lo han celebrado con diversión estrepitosa, bailes, máscaras y disfraces.
En la edad media muchas fiestas, a pesar de tener diferentes nombres, no era más que nuestro carnaval, por ejemplo "los cherubes de los egipcios, en septiembre; las fiestas en honor al buey Apis; la del Phiscrim o de las suertes de los judíos; los bacanales de los griegos, que se solemnizaban en el solsticio de invierno; los saturnales de los romanos, celebrados en diciembre; los lupercales de febrero" (Diccionario Doméstico de Balbino Cortés y Morales, 1877).

NO MÁS MATACHINES

La tradición de disfrazarse era muy difundida. El uso de máscaras ponía en aprietos a muchos, porque prevalidos de su anonimato cometían actos reñidos con las "buenas costumbres" y daban rienda suelta a su vocabulario.
En carnaval se hacían marchas a caballo y participaban los disfrazados. Se hacían corridas de toros y precisamente en una de esas tardes, posiblemente en el año de 1744, cuando era Corregidor de la Villa el Gral. Manuel Pontón, los disfrazados montando a caballo, entraron a la plaza en la que se lidiaban los toros y atropellaron a varios individuos. Por otra parte, algunos enmascarados, pretendieron asesinar a un asistente (así se dice en el documento) por lo que el Corregidor se vio obligado a bajar a la plaza para remediar los desórdenes y hacer llevar, a varios, a la cárcel pública.
En previsión de actos iguales en lo sucesivo, el Corregidor ordenó: "... que ninguna persona de cualquier estado, calidad o condición que sea, ose entrar a la plaza de Matachín con máscara ni con arma alguna, so pena de un mes de cárcel y se reagravarán otras penas atendiendo a las circunstancias que anteceden". 
Sólo concedió el permiso pertinente mientras se desarrollaba la marcha en atención a "... que en ella saldrán algunas personas pundonorosas". Llegado a la plaza, obligadamente, debían tener la cara descubierta y lo mismo sucedía al transitar por la calle.

¿OTRO CASO EN LA VILLA DE RIOBAMBA?

En un documento fechado el 4 de febrero de 1747, firmado por el Sr. Gral. Don Manuel de León, Gobernador de Armas, Regidor Perpetuo, Decano, Alcalde Ordinario, Teniente General del Corregimiento y Justicia Mayor, explica lo que sucedía entonces, cuando anota: "... que tiene su merced experimentado que en los días de Carnestolendas, entran a esta villa los indios de las haciendas circunvecinas, armando cuadrillas con tambores y banderas provocándose unos a otros, de que han resultado muertes, pérdidas y desacatos en ofensa de Dios nuestro señor; y que para que semejantes riesgos, y desórdenes se eviten, debía mandar y mandó que todos los mayordomos de las haciendas de este contorno recojan sus indios de servicio y los arrimados y no permitan en manera alguna salgan de sus haciendas ninguno de los días de Carnestolendas, ni antes en junta y tropa y se estén quietos pasando sus divertimientos sin estrépito, ni alboroto alguno so pena de que experimentándose lo contrario, los mayordomos serán castigados con una multa de doce pesos aplicados por mitad para la Cámara de su Majestad y gastos de justicia, y dos meses de cárcel. Y los quipos y más indios inobedientes serán castigados con cincuenta azotes quitado el pelo, y un año de obraje; y para que llegue a noticia de todos, y ninguno pretenda ignorancia se publique este auto en forma de bando por la plaza y calles acostumbradas. Así lo proveyó, mandó y firmó su merced, y también dijo que a todos los vecinos y oradores que tuvieren caballos los combidarán para que acompañen en los dichos días de Carnestolendas".

FUENTE: Ulloa, Bayardo.  "Riobamba; apuntes del pasado".
-Auto expedido por el Corregidor Manuel Pontón, 1744, en documento trunco. Archivo Casa de la Cultura, Riobamba.
-Auto expedido por el Corregidor Manuel de León, 1747.  Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de Chimborazo.


Riobamba, enero 29 de 1987

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