EL CHINCHINAL

EL CHINCHINAL



Fox incaico
Autores: Víctor Ruiz y Efraín Gómez de la Torre

Fue una tarde de algún mes de verano en 1977, cuando pudimos llegar a la casa de Víctor Ruiz, en Santiaguillo. En el corredor de su vivienda y sintiendo el viento que refrescaba el calor atosigante del valle, pudimos conversar largamente y escuchar los recuerdos de los años más difíciles por los que tuvieron que pasar los jóvenes de un pueblo olvidado en algún pliegue de los Andes ecuatorianos.

La construcción de la línea férrea de Ibarra a San Lorenzo, abrió las posibilidades de fuentes de trabajo a la que se aferraron muchos jóvenes de Mira, como su única salvación. A golpe de pico y barra se fue abriendo la trocha y ganando, metro tras metro, una salida al mar, tantas veces soñada, por la gente de los pueblos del norte del país.

Fue un domingo por la noche, en El Guadual, de un mes incierto pero en 1933, cuando luego de las tareas de gran fatiga los obreros se juntaban a charlar, cantar y soñar. Las penas se acumulaban, ni tanto por el trabajo tan difícil, pero si por las ausencias, por los amores que esperaban a la distancia.

Víctor, nos confesó que fue analfabeto. La canción la compusieron en “junta” de otro mireño, Juan Gómez de la Torre, su compañero de infortunios y de la música. Víctor tarareaba; Juan lo hacía igual. Víctor soltaba las letras y Juan las ponía en el papel.

Al fin, la canción apareció; le dieron los últimos arreglos y, “El Chinchinal”, se convirtió en el himno del grupo de trabajadores, y luego, cuando volvieron a su Mira, la estrenaron como intermedio musical de una “comedia” que se presentó por una fiesta. Ahora es una canción que hace vibrar a todo mireño, es la música popular que se ha clavado en lo más hondo del alma de la gente de este pueblo, hoy ciudad hermosa.

Queríamos escuchar la canción de labios de su autor y pronto, una de sus hijas, puso la guitarra en manos del “Guayna”, así era su apodo cariñoso, logrado por participar en las tablas como artista aficionado en su pueblo, cuando interpretó el papel de Huaina Capac. Se rio con gusto y rasgó la guitarra, y, en su voz algo ronco y ya cansada, cantó así:

Sobre una desnuda roca
lloraba sangre mi corazón
al ver la larga distancia
que está mi amor (bis)

Quisiera estar a tu lado
para contarte mi padecer
y ver si tus ojos lloran
mi suerte cruel (bis)

Ay corazón de mi alma
dónde estarás
Ay corazón de mi alma
que harás, que harás (bis)

Espero desesperado
como un cautivo la libertad
momentos en que abandono
mi soledad (bis)

Faldas donde existían
son cabeceras del Achotal
Dios quiso poner las manos
sobre esa roca del Chinchinal
para divisar la tierra de mi morena
dónde estará (bis)

Tomado del Cancionero Popular de la Región de Mira (Bayardo Ulloa Enríquez).



Nota final: La orquesta Rumba Habana, por varias ocasiones se presentó en Mira, en ese Mira del pasado. 

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