RELOJ PÚBLICO DE IBARRA




En carta de Augusto Kistenmacher, propietario de la Botica Inglesa, el 6 de octubre de 1900, dirigida al señor Ricardo A. Sandoval, le manifiesta que ha recibido la carta del 2 en curso con una remesa de mil sucres; “que ha hecho entregar el Ilustre Concejo Municipal de esa ciudad para un reloj público de cuatro esferas y de campana que de cuartos, medias y horas, de dimensiones de la esfera un metro de radio, et., etc., etc…”.
Le dice que ya ha remitido los mil sucres a su agente en Hamburgo. Además: “… me he dirigido a cuatro de las más reconocidas fábricas de Alemania a que me manden dibujos y los últimos precios”, y hasta que lleguen que será dentro de tres meses, “no podré hacer mi cálculo del precio del reloj puesto en Ibarra”… “más el reloj no podría venir sino en el verano del año entrante y sobra el tiempo para todo”.
Le incluye un cuestionario para asegurar las condiciones del reloj requerido:
1.- ¿Qué diámetro interior tiene la torre en el puesto donde se requiere colocar el reloj? ¿Es la torre cuadrada o redonda?
2.- ¿Qué espesor tienen los muros de la torre en el puesto donde irán las 4 esferas?
3.- ¿Qué distancia hay de la esfera hasta el piso interior de la torre?
4.- ¿De qué diámetro deben ser las esferas, de un 1 metro de radio o de 1 metro de diámetro?
5.- ¿Deben ser las esferas de color blanco con las horas y punteros negros o al revés, como en la torre de La Merced de Quito? (Esfera negra, hora y punteros blancos).
6.- ¿Debe ser el reloj de uno a ocho días de cuerda?

FUENTE:  Archivo Histórico, Ministerio de Cultura. Ibarra.

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