UNA LUCHA EN EL OLVIDO

Fue como retroceder al pasado. Volví a sentir el sonido constante de la locomotora impulsada por vapor.
Al ingresar al túnel tuve la sensación de que escucharía el fuerte sonido del pito y que las luces me encandilarían, pero solo el silencio y la oscuridad me hicieron compañía.
Recordé que en el trabajo de esa trocha murieron muchos obreros y una gran cantidad de mis paisanos laboraron en la misma.

Allí, en algún campamento perdido, en una noche de reminiscencias y tristeza salieron las notas y la letra del “Chinchinal”, y, acompañados de una vieja guitarra dirían, afinando sus voces: “Sobre esta desnuda roca lloraba sangre mi corazón/ al ver la larga distancia que está mi amor/ Ay corazón de mi alma dónde estará/ Espero desesperado como un cautivo la libertad/ momentos en que abandono mi soledad/ Ay corazón de mi alma/ dónde estarás…”. Así mismo, cuando el tren pasó a la otra margen del río Mira, con gran algarabía se cantó la bomba “El Tren de la Capital”: El tren de la capital ya ha llegado al platanal del Cabuyal/ entonemos una bomba a la patria ecuatoriana/ Coma´e Pastora tómese un trago y tómese un trago de este barril/ gritando viva ferrocarril/ Si no le gusta esta canción, toque la bomba de su patrón.
Ahora sólo queda el recuerdo de los mejores días.


    











(El tren de la capital - bomba).

Comentarios

Henry Medina V. ha dicho que…
¡Qué tristeza al constatar que en nuestro país no se valora obras patrimonales de tanto valor histórico y emocional como el antiguo ferrocaril Ibarra -San Lorenzo!!...

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