TUMBABIRO



Laguna de patos, según lo que manifiesta Carlos Emilio Grijalva[1], o estanque de pájaros en la interpretación que dio Sancho Paz Ponce de León en el idioma de los antiguos caranquis. En 1582 se lo registra como pueblo del Corregimiento de Otavalo. En 1606 pasa a Ibarra.
Población por la que se llega a las termas de Chachimbiro, subiendo desde el pueblo de Salinas.
Chachimbiro, el mismo Grijalva, dice que fue una hacienda en la parroquia “El Jordán” en Otavalo, y también está citado en el Libro de Actas del Cabildo de Ibarra en la sesión del 5 de diciembre de 1838, en la que se habla de las aguas de Chachimbiro, cerca de Salinas. Hoy pertenece al cantón Urcuquí, provincia de Imbabura.


APUNTE PARA LA HISTORIA DE LA IGLESIA DE TUMBABIRO



El 25 de junio de 1821, en la parroquia de San Juan Bautista de Tumbabiro se realiza el inventario de la iglesia en la que participan; Mariano Arias, cura propio del pueblo y los testigos; D. Javier Corrales, D. José Manosalvas y D. Juan Corrales.
Transcribimos parte del documento: “Campanas.- En la torre que está compuesta de un solo cuerpo de piedra sellar pegado contra una Iglesia arruinada, que dicen ser la antigua, se hallan dos Campanas rotas sobre tres palos viejos, sin lengüeta, corrientes – se ignora su peso-.
En la citada Iglesia vieja, dos pares de puertas en sus portadas, la una que es la principal al cuerpo de la iglesia, y la otra que cae al Cementerio, las cuales puertas se hallan muy maltratadas por la incuria del tiempo. Se ignora si están sobre dados y gorrones de bronce. El Cementerio, abierto en todas sus partes sin seguridad.
Otra portada chica que cae a la Plaza, piedra de sillería colorada.
La capilla que dicen fue de Nuestra Señora de los Dolores, la que se halla al costado de la Plaza sobre paredes de adobe, cubierta de teja al arruinarse, sin puertas y llena de goteras.
La iglesia vieja arruinada desde el arco toral que está al medio del edificio, hasta dar con la Sacristía que se halla a la plaza, rotos sus cimientos y todo hecho un montón de tierra, sin fragmentos de madera, teja, ni clavazón, porque se ignora quien lo ha disipado por haberse arruinado el año de 1812, en tiempo que fue cura propio el Presbítero Felipe Rosales, ya difunto.
Casa Parroquial.- A la Casa Parroquial hace entrada por dos puertas viejas de tablas, su postigo sobre dos alcayatas, con viejas tablas. El patio cercado de un poyo de cangagua en partes y de piedra bruta en otras.
En el lienzo de la calle la Casa de habitación, con su corredor sobre cuatro pilares de madera en basas de piedra, poyos de canguagua en contorno. Al medio una pieza que sirve de sala, con las puertas de madera buena, aldabón, chapa y llave de todo corriente. Su ventana de barandas a la calle, con dos puertas sin aldaba. Dicha sala sin tumbar, blanquear, ni enladrillar y en estado de ruina.
En el mismo corredor un Cuarto chico, con una puerta y armellas sin candado. Este sirve de habitación de los Curas, tumbado en estado de arruinarse, blanqueado viejo, sin enladrillar. En dicho cuarto una mesa vieja con dos cajones sin cerraduras y un escaño desarmado viejísimo. En el mismo corredor un cuarto chico de faldriquera, puerta viejísima con armellas sin candado, tumbado viejo y blanqueado con una ventanita de barandas al patio y una puerta de un pedazo de tabla, el piso sin enladrillar.
La huerta enteramente eriaza en sus terrenos, el uno que cae al costado de la plaza, sin pared, sin seguridad, y el otro al lado izquierdo de la casa también eriazo y sin cultivo.
En el patio de la casa parroquial en un lienzo una choza de paja que sirve de cocina. Al medio un Cuarto con dos puertas y armellas sin candados. Al costado otro cuarto con una puerta vieja con cerrojo y chapa, sin llave. En el corredor de la cocina otro cuartito chico, con una puerta sin servicio por estar en estado de ruina, por su vejez y ser las paredes sobre estantes de madera, arrancados ya de la tierra y la citada cocina llena de goteras, descubierta en la mayor parte…”.

Libro de la iglesia de Tumbabiro. Inventario de la iglesia. - Copia de Oficios de Vicaria de Ibarra.- Cuentas se Sindicatura 1821 a 1868.


En la lista de los jesuitas expulsados de la Real Audiencia de Quito en 1767, consta el nombre del estudiante Santiago Herrería, nativo de Tumbabiro.



[1] Grijalva, Carlos E. 1947. Toponimia y Antroponimia del Carchi, Obando, Túquerres e Imbabura. Editorial Ecuatoriana. Pp. 198 – 199.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
MI TUMBABIRO TIERRA DE ENCANTO

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