MEDARDO L. ULLOA (1893 – 1980). PERSONAJE ETERNO Y SUBLIME

















Por Fernando Villarroel Gutiérrez

Es un personaje del recuerdo. Por su inmensa valía, se quedó en las evocaciones de los mireños. Tuvo una botica, curaba a quien recurría a él. Preparaba los medicamentos mezclando los químicos y suministraba los remedios con asombrosa precisión, la gente creía en él y lo buscaban para que curara una dolencia, recibir un consejo o para que hiciera el plano de una casa. La iglesia de Mira fue diseñada y la construcción dirigida por él, incluso el tallado del “Cordero de Dios” de la fachada que existe hasta hoy, salió de sus manos.
Don Medardo L. Ulloa nació en Mira el 20 de mayo de 1893, hijo de Rosa Práxides Ulloa; fue casado con Isolina León Zuleta, con quien procreó cinco hijos: Aura Elisa, Julio Medardo, Ramiro Bolívar, Olga Isolina y Marco Efrén Ulloa León. Su hermano, Carlos Ramírez Ulloa, en 1909 fue campeón nacional de pelota de guante con el equipo de Mira. Don Medardo enviudó y contrajo segundas nupcias con Piedad Enríquez Lara con quien procreó tres hijos: Jorge Bayardo, Medardo Ángel y Francisco Ramiro Ulloa Enríquez.
Don Medardo L. Ulloa, autodidacta, siempre fue dirigente, líder y guía de Mira, el pueblo empobrecido lo necesitaba. En 1936, Carlos Emilio Grijalva, historiador, filólogo, quien rescató parte de la historia del Carchi y Mira, le escribía una carta a don Medardo, disculpándose por no asistir a la inauguración de los tanques de agua y la primera red de agua potable para el pueblo. Al referirse a Mira, expresaba: “… a ese pueblo valeroso, altivo y abnegado, al que le aguarda un grandioso porvenir en tiempo no lejano. Si hay alguien a quien deba agradecerse la iniciación de tan importante obra, esa persona es Ud., que ha sabido ponerla en ejecución con el tino, paciencia y cordura de que están provistos los hombres privilegiados y que han nacido para el bien de sus semejantes”. En esa carta también acotaba: “… Ud. no es gobernante, pero sí un dirigente que representa muy bien el alma del pueblo de Mira. Lo felicito por la obra que van a inaugurar y por la orientación que Ud. sabe dar a su pueblo”.
Como un amigo y consejero permanente, recuerda Bayardo Ulloa, a su padre, persona recta, honesta, muy rigurosa. Fui a Quito a estudiar y nos escribíamos, cuando en vacaciones volvía a Mira, él tenía todas las cartas, corregidas la sintaxis y ortografía. Teníamos una biblioteca considerable, para ese entonces; él decía: “en el escritorio te dejo un encargo”. Era lo que debía leer de algún libro, los párrafos señalados, En las conversaciones manifestaba: “lee y fórmate tu criterio”. Le hacía caso, era mi mejor guía, sentía por él un tremendo respeto. Era un sabio que orientaba mi vida, moderado pero enérgico. Como profesor, siempre enseñó a los demás, daba alternativas ante las situaciones; me hacía ver que pasaría, si yo no actuaba acertadamente. Papá murió muy anciano, pero me guió en el camino de la vida, me aconsejó hasta el último día. Tengo guardadas todas las cartas que le envié y las que me escribió, siempre decía con puño y letra: “yo he vivido mucho y lo único que tengo para mis hijos es algún consejo que los oriente por el buen sendero”.
Bayardo, con vasta experiencia demostrada en largos años de catedrático, historiador, escritor y autor de muchos libros, se entusiasma cuando habla de su padre. Da la impresión que sale a flote la pizca de una inmensa e inocultable satisfacción escondida en lo más profundo de su interior, junto con una mezcla de emoción, ternura, respeto por ese progenitor ausente. Afloran las reminiscencias que jamás fenecerán, su recuerdo es eterno y sublime. “Papá alcanzó a vivir la alegría de la cantonización que fue en el mes de agosto, él falleció en diciembre, hace treinta y siete años. Mi padre era abnegado y totalmente incorruptible, seguía el camino recto con una severidad a toda prueba, es lo que me enseñó y lo que yo aprendí. Quiero seguir su ejemplo, considero que eso puede ser la demostración del mejor legado”.
Mira, 18 de agosto de 2017


Artículo tomado de la Revista “Mira, Balcón de los Andes”. Conmemoración por sus 37 años de Cantonización. Administración 2014 – 2019. Dirección General, Fernando Villarroel Gutiérrez. Página 27.

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