BECAS PARA RIOBAMBEÑOS, EN EL MEJOR COLEGIO DE LA ÉPOCA

El colegio San Luis Rey de Francia, fue una institución de incalculable valor en la formación de muchas generaciones de importantes personajes de Quito. 

Fue fundado en el año de 1594, antes que aparezca, políticamente, la Real Audiencia de Quito, 1565. 

Uno de los alumnos destacados fue el precursor de la independencia, el quiteño Doctor Don José Javier Eugenio Santa Cruz y Espejo.

El historiador, Juan de Dios Navas, manifiesta que el 15 de agosto de 1594, en la Catedral de Quito, se instaló, lo que debería llamarse el Segundo Sínodo Diocesano, convocado por el cuarto Obispo de Quito, el Ilustrísimo Sr. Fr. Luis López de Solís, y el 25 de agosto, día de San Luis Rey de Francia, se fundó el colegio formal y definitivamente como seminario con “cuarenta alumnos, redactando sus Constituciones y confiando su gobierno a los esclarecidos hijos de San Ignacio de Loyola”. Navas, p. 4

La fundación del colegio fue aprobada por Felipe II, con Real Cédula de 20 de noviembre de 1595 y por el Papa Inocencio XIII.

“En 1622, se erigió, adjunta al Seminario de San Luis, la Facultad Mayor o Universidad de San Gregorio Magno, … acudían jóvenes desde Panamá y Popayán para aprender Humanidades, Latín, Filosofía, Escritura Sagrada y aún Derecho Canónico”. “Con justicia pues, Carlos II, le honró y condecoró con los títulos de Seminario Real y Mayor, el 18 de marzo de 1697”. Navas, p. 6

Su prestigio crecía conforme pasaban los años y a la par aparecían nuevos centros educativos en Quito.

En 1767, son expulsados los jesuitas de los reinos españoles, e incautaron sus bienes, y entre ellos, el Seminario San Luis.

El presidente José Diguja, entonces, nombró como rector al Maestrescuela, Dr. Antonio Viteri, pero se entabla un juicio por reclamo de las temporalidades del colegio, juicio que lo inicia el Ilustrísimo Pedro Ponce de Carrasco, y por diez años se cerraron los claustros e interrumpieron los estudios. Navas, p. 8

En 1786, el 8 de enero se reabre el establecimiento.

Cuando se alcanza la independencia, con la Batalla de Pichincha, se nombra como rector al sacerdote y prócer Doctor D. Prudencio Vascones y, posteriormente, al Doctor D. José Barba y Borja.

Jorge Núñez Sánchez, en un artículo sobre los inicios de la educación pública en el Ecuador, manifiesta que; Calixto Miranda, substituyó al obispo Santander, enemigo de la independencia, que fuera destituido por el pedido del Cabildo Eclesiástico a Sucre y Bolívar.

El Cabildo Eclesiástico con autorización del Gobierno, nombró como nuevo Obispo de Quito “al ilustre sacerdote y como todo patriota a Calixto Miranda, quien previamente había sido designado Obispo de Cuenca”, Núñez, p. 192.

Con estos antecedentes, transcribimos el texto del documento con el que se asignan becas para los indios de Riobamba.

“Para dar cumplimiento al decreto del Gobierno Supremo de la República de 11 de Marzo de 1822 hemos acordado con el Señor General Intendente del Departamento, que los hijos puros de Indios y con preferencia los de los Caciques de toda la Provincia ocupen seis Becas de Colegiales en el Colegio Seminario San Luis, donde serán recibidos debalde, con tal que sepan leer, y escribir bien, y muestren algún talento, para aprender las ciencias a juicio de los Párrocos, quienes nos lo informarán, designando los que conceptúen más a propósito para el efecto”.

“Lo participo a V., para que por su parte concurra a que se verifique esta piadosa disposición en favor de los miserables Indios, publicando esta mi orden a tiempo que todo el Pueblo esté congregado para la Santa Misa. De lo que sentará V., su diligencia a continuación, y pasará al cura que se le sigue, para que él, y los demás sucesivamente hagan lo mismo, y el último me remita todo lo obrado”.

“Dios que a V. ms, as.- Quito a 21 de Septiembre de 1822.- 12º”. 

Firman.- “Calixto Miranda.- Dirigida al Sr- Vicario Dr. Tomás José de Acha”.

Al pie y en el costado derecho; Puni, Octubre 6 de 182.

La lista de los pueblos consta al margen izquierdo de la carta, así: Riobamba, San Luis, Yaruquis, Licán, San Andrés, Guano, Cuviguies, Ylapo, Penipe, Quimiac, Chambo, Pungala, Licto, Guamote, Columbe, Sicalpa, Caxabamba, Calpi.

El decreto al que hace referencia la carta anterior, fue publicado en la Gaceta de Colombia, Nº 29, de 5 de mayo de 1822.

Jorge Núñez Sánchez, dice, respecto de la educación de los indígenas; el Decreto Ejecutivo del 11 de marzo de 1822 destacaba la importancia que tenía para el país “el sacar a los indígenas de Colombia del estado de abatimiento e ignorancia en que se hallan”, y disponía que en cada colegio seminario se admitieran “indios puros” en calidad de becarios, debiendo haber cuatro de ellos en los de Bogotá, Caracas y Quito, y dos en cada una de los demás seminarios. Los becarios debían ser escogidos entre quienes supieran leer y escribir correctamente el idioma castellano y tuviesen mayor disposición y capacidad, y cada uno debía recibir del gobierno la cantidad de 120 pesos anuales para su vestido y útiles. p. 197.


FUENTE DOCUMENTAL: 

Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”, Núcleo de Chimborazo. 

Navas, Juan de Dios. 1936. Memoria histórica del seminario de S. Luis en la época colonial y en la República, 1594 – 1924. Escuela Tipográfica Salesiana. Quito. 23 p.

Núñez Sánchez, Jorge. 2000. Inicios de la educación pública en el Ecuador. En Antología de Historia (Jorge Núñez S., compilador). FLACSO. Sede Quito. 189-311 pp.

FOTOGRAFÍA:

San Luis Rey de Francia. https://www.ofmfranciscanos.es/actualidad/757-san-luis-rey-de-francia


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