MIRA; RECUERDOS DEL PÁRROCO JAIME JARAMILLO

Jaime Jaramillo, fue cura párroco de Mira. Originario de Ambato. Fue de la orden de los frailes menores y uno de los tantos personajes, de aquellos que llegan a Mira y se quedan prendados de sus paisajes, de su pueblo y su gente. Fueron los inicios del siglo XX.

En carta, a Medardo L. Ulloa, desde Azogues, el 21 de diciembre de 1944 (XXX aniversario de su primera misa), le cuenta que “En enero de este año fui hasta Ibarra, a los 23 años. Vi a la distancia el horizonte de mi Mira …, y me morí de ganas de ir a verlos. ¡Quizá algún día desde Otavalo, pueda pasar a predicarles misiones, como por aquí lo hago todo el año!”. “En Ambato, con mi hermana Luisa Elena hicimos largos y gratos recuerdos de Mira y de los mireños”. Al final le pide; “… rece por mí una ´Salve´ a la cabezoncita ´Virgen de la Caridad´”.

En otra carta, así mismo, desde Azogues, a Medardo L. Ulloa , le dice: “Se ve que Mira ha progresado mucho. La fachada de la iglesia es lujosa. Ya no se dirá del Cura y del pueblo lo que dijo en 1917 el Coronel Lasso, ¿Recuerda? Las bóvedas del cementerio, ¡magníficas! Esas calles…, ¡ay! que recuerdos … Ahora ya no parece la población un campamento de gitanos. Las instalaciones del agua potable pueden lucir en cualquier capital”. 

Y sigue en su carta extensa: “Mire, don Medardo: sin sacrificar su conciencia, le pido, no rehúse cooperar en cualquier terreno para el bien público”. “La noticia de que mi ex sacristán Enrique Arboleda ha laborado como gran Teniente Político de Mira, me place sobremanera. Salúdelo en mi nombre y dele mi felicitación”. El 3 de marzo de 1946, desde Quito , escribe una tarjeta en contestación de una carta de Medardo L. Ulloa de 14 de octubre, y entre otras cosas, le dice: que estuvo temporalmente asignado a Guayaquil y que a la fecha está “fijo en Quito, no se hasta cuando”. En el año de 1946, antes de abril, había fallecido su hermano Isaac luego de cuatro días de haberlo visitado, le comenta el franciscano. 

Jaime Jaramillo fue Rector de la Tercera Orden de Azogues; ciudad a la que llegó luego de concluir su labor espiritual en la parroquia de Mira. En Azogues se dedicó a la labor social de todo el sector. 

El 1 de enero de 1943 se realizó la bendición solemne de la torre del templo “Santuario de Nuestra Señora de la Nube”, de los padres franciscanos, en el cerro “Calvario”, a medio kilómetro de Azogues.

Preocupado por dejar un recuerdo material en la iglesia adquirió “bancas, las estatuas de San Luis de Francia y Santa Isabel reina de Hungría, Patrona de la Tercera Orden…” de Azogues.