AGUILA ROJA

En el colegio “Carlos Martínez Acosta” (Mira - Carchi - Ecuador) se levanta un monumento en el que aparece una águila roja y en su placa manifiesta: “Águila roja” ¡Alfaro no ha muerto! La virtud mas grande de todo ser vivo es mantener siempre latente su Libertad.

En el pedestal se presenta una pintura de cuerpo entero del General Eloy Alfaro y en la parte superior del cuadro dice: Eloy Alfaro, y, a sus pies, Águila Roja.

Según se puede apreciar, el monumento fué un proyecto de graduación de los estudiantes de la promoción 2008 – 2009 del plantel; Daniela Recalde Benítez, Henry Galarraga Vallejo, y, Daniel Recalde Benítez. El rector del colegio era el Lcdo. Jorge Yépez.

¿Por qué, esta Águila Roja?, pues, a Eloy Alfaro se le puso muchos sobrenombres, y uno de ellos fue precisamente “Águila Roja”, por sus convicciones liberales.

El General Eloy Alfaro Delgado, nació en Monte Cristi el 25 de junio de 1842 y fue asesinado en Quito el 28 de enero de 1912 y sus restos incinerados en El Ejido. 

Emprendió la lucha por sus ideales, cuando apenas tenía 22 años de edad y realiza el primer levantamiento armado en El Colorado (Manabí), el 5 de junio de 1864, y allí, sus compañeros, le pusieron el mote de “Águila Roja”.

Alfaro fue quien originó la única Revolución, hasta ahora, reconocida en el Ecuador. La que estableció cambios fundamentales que fijaron las bases del Estado moderno.

El 5 de junio de 1895 la Revolución Liberal triunfa y Eloy Alfaro es el Presidente del Ecuador.

El laicismo, fue uno de los puntos centrales de la Revolución Liberal. El laicismo que lo asumieron como una corriente de pensamiento nuevo que debía estar en su movimiento político, en el gobierno y, fundamentalmente, en el Estado, que permitiría un accionar independiente y libre de las confesiones religiosas; respetuosa de los derechos e igualdades de todos los ciudadanos.

El laicismo no está en contra de las religiones, está en contra de que éstas impongan su poder y convicciones en el Estado.

Los logros de la Revolución Liberal, fueron; la consolidación del laicismo que impulsó la libertad religiosa y de cultos; reconocimiento de los derechos de la mujer; impulsó permanente para que la educación sea un derecho y, además, laica, gratuita y obligatoria hasta la primaria.

Se creó del Registro Civil, garantizando el derecho a la identidad sin necesidad de ser católico, como había sido hasta ese momento.

Se estableció la nueva unidad monetaria, el sucre, y, se eliminó la circulación de la “mala moneda proveniente del exterior”.

Consideraba a la educación como el pilar fundamental para lograr los cambios que necesitaba la sociedad; con esta premisa se fundaron escuelas estatales y municipales, laicos y gratuitos, con la enseñanza obligatoria de Cívica, Geografía e Historia. Así mismo, se fundó, el Instituto Mejía de Quito, los colegios; Bolívar de Tulcán, Manuela Cañizares y Juan Montalvo en Quito; Rita Lecumberry en Guayaquil. Normales y escuelas de Bellas Artes y nocturnas para los obreros.

En el transcurso de su vida le endilgaron otros sobrenombres, entre ellos: Cóndor de los Andes o Cóndor, El General de las Derrotas, El Viejo Luchador, pero en realidad fue el eterno luchador por la Libertad del Ecuador.