EL TERREMOTO DE RIOBAMBA

Mapa manuscrito, en colores, de los Ríos detenidos desde el 4 al 28 de Febrero, a consecuencia del terremoto del día 4.- Enviado con carta de Don Juan de Dios Morales.- SRCH.GEN.DE INDIAS: 127-3-14. T. L. N. 221.- V. 24. (pág. 173).
FUENTE: Larrea, Carlos M. 1977. Cartografía ecuatoriana de los siglos XV, XVI y XVII. Ediciones Corporación de Estudios y Publicaciones. Quito. 177 p.




El terremoto de Riobamba se produjo el 4 de febrero de 1797 a las 07h45 minutos; Latitud 1.45 Sur, Longitud 78.55 Oeste, con una magnitud de 8.3 e intensidad de 11 K.

"Los efectos del terremoto no se limitaron a la destrucción de ciudades y pueblos de la zona central del Valle Interandino, pues fue tal la energía liberada, que se alteró la configuración topográfica de montes, valles y ríos de la región, con el desplome de cerros completos, valles que se rellenaron, ríos que cambiaron de curso, desaparición de haciendas enteras. Se abrieron impresionantes grietas, el terreno se hundió en unos lugares y se levantó en otros. En resumen, una extensa zona cambió por completo la fisonomía del paisaje. Traduciendo lo anterior a términos técnicos, se puede decir que ocurrieron casi todos los fenómenos asociados con el terremoto, tales como: fallas en la superficie, levantamientos y hundimientos del suelo, licuefacciones, deslizamientos, grietas, ondas observadas en la tierra, represamiento de ríos, avalanchas, ruidos subterráneos y posible volcamiento asociado”. “El sismo fue sentido por el norte hasta Popayán y por el sur hasta Piura y desde la costa hasta el Napo”. Fuente: Egred A., José. 2000. El terremoto de Riobamba. Ediciones Abya – Yala. Tomo 2. Colección I. Municipio de Riobamba. 107 p.


En el Archivo Municipal de Riobamba, encontramos entre las actas del Cabildo de 1797, un documento remitido por el párroco de Cajabamba Dr. Joaquín de Laguna y Sierra, que hace referencia a la ubicación de un lugar para el cementerio. 

Transcribimos parte del escrito: “… el mismo día que llegué y pasé a reconocer el infeliz lugar arruinado, hallé infinitos cadáveres enteramente descubiertos en la Iglesia, casas y calles, arrastrándolos por todas partes los cerdos, y perros, sin excepción de aquellos que por haber sido sujetos de calidad, distinción y carácter los habían sepultado en la Plaza mayor, la de Santo Domingo, y Monjas, pero con la infelicidad de haberlos puesto con una cuarta de tierra apenas encima de ellos, lo que no podía resguardarlos de los Perros, Cerdos y Gallinazos de que es buen Testigo el Cura Vicario, como que hizo exhumar muchos de ellos para profundizar los sepulcros y ponerles encima  Piedras y pedazos de ruinas, a  que se agregaba otra corrupción, no de menor momento causada por una multitud de Perros que se habían muerto por evitar la incomodidad y bullicio, y ocupaban hasta los callejones de Cajabamba acompañados de los Caballos muertos, que el Cura Vicario precisó a los Indios que limpiaran los Callejones de Semejante inmundicia, y con todo no ha habido epidemia alguna”. Abril 22 de 1797.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Espeluznante, lo sucedido y esperemos no vuelva a ocurrir.

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