EL DIABLO DE TANDAPI
Un día, sin previo
aviso, en un costado de la carretera Aloag – Santo Domingo, apareció el Diablo
y la noticia se expandió como pólvora encendida.
Cada vez que
recorremos esta carretera para adentrarnos en la montaña húmeda de la provincia
de Santo Domingo de los Tsáchilas, miramos un rostro gigantesco que despierta
muchas inquietudes.
La escultura había
sido tallada tras el talud de la carretera, en la que los trabajadores de Obras
Públicas, realizaban labores de mantenimiento y el escultor compartía el tiempo
en dirigir los trabajos y el tallado de la roca. Cuando estuvo completa,
movieron la tierra que la protegía de las miradas y, de un día al otro,
apareció el Poder Brutal.
Esta obra monumental fue
construida entre los años 1984 al 86 por el escultor César C. Octaviano Buenaño
N. (diciembre 1942 – noviembre 2001), está
a pocos kilómetros del centro poblado de Manuel C. Astorga (TANDAPI), en la vía
que conduce desde Aloag a Santo Domingo.
La obra esculpida en
la peña de la carretera tiene el título de: “EL
PODER BRUTAL” y su mensaje es el siguiente:
“Nuestra
humanidad ha transcurrido durante ya veinte siglos por un camino no muy
acertado, promoviendo una enorme brecha entre el poder mal utilizado y las
grandes masas humanas desprotegidas en todos los rincones de nuestro planeta;
hoy que estamos cursando el siglo veintiuno, es la gran oportunidad para cada
ser humano, de reflexionar sobre nuestro comportamiento individual y el aporte
a la sociedad, por eso, toda persona que pase por este lugar y observe este
mosaico entre hombre – bestia y lea “El Poder Brutal”, seguramente razonará y
concluirá que tanto el poder de hacer el mal y la capacidad de hacer el bien,
se encuentra en cada uno de nosotros, en nuestra energía interior y en los
actos que realizamos día a día”.
Este texto, en una
gigantografía, permaneció por algún tiempo colocada en la base de la escultura,
por iniciativa del Gobierno Parroquial de Manuel C. Astorga.
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