SEMILLA DE ABRIL. Biografía de Milton Reyes

Con la intensión de recorrer los caminos que permitan tener, en la mirada y en las fotografías, un recuerdo del sitio en que naciera Milton Reyes; llegamos el 18 de abril del 2007, junto a mi hermano Francisco, María José Vejar y Pablo Albán, a la ensillada que forman la depresión del monte Lozano y el abismo que da paso al río Licto. En Puñín Pata, Daldal de la parroquia Pungalá, pudimos ver, todavía, como se levanta; mitad casa y mitad recuerdo, el hogar en el que naciera, Milton, el 13 de septiembre de 1937. Hoy, toda la investigación se conviertió en libro; nuevo aporte de Francisco Ulloa Enríquez.

Con gran éxito, el 23 de abril, en el auditorio de la Universidad Técnica de Cotopaxi, se presentó la nueva obra de Francisco Ulloa Enríquez: “SEMILLA DE ABRIL, biografía de Milton Reyes”, edición de La Universidad Técnica de Cotopaxi, impreso en Quito por AIDIGITAL, 423 páginas, formato A4; libro que contiene gran cantidad de documentos que sustentan la investigación biográfica.

En el acto de lanzamiento participaron; el Director del Centro de Investigaciones, que hizo el ofrecimiento del acto académico; el historiador y genealogista, miembro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de Cotopaxi, Sr. Paúl García Lanas, realizó un análisis de la obra. Por su parte el catedrático de la UTC, Msc. José Cobo Carrillo, analizó la obra Semilla de Abril. Intervino el autor de la obra Arquitecto Francisco Ulloa Enríquez y el brindis final lo realizó la Lcda. Raquel Herrera Tapia.

El evento estuvo complementado con la importante participación de un grupo de estudiantes de la universidad, en danza, poesía y música.

MILTON ALFREDO REYES REYES, es un chimboracense que no debe ser olvidado, a pesar de que el tiempo ha pasado inexorablemente y, ya, es lejano el 12 de abril de 1970, fecha de su asesinato.

Francisco Ulloa, dice: “Chimborazo y Riobamba tienen en Milton Reyes a uno de sus destacados hijos, digno referente de rebeldía para los jóvenes de su generación, por sus convicciones se ganó el cariño y aprecio, por igual, de intelectuales, de humildes campesinos y lustrabotas; asimismo despertó temor en los ostentadores del poder político y económico del país y de los gendarmes de la geopolítica mundial, la CIA del imperio norteamericano”.

De los anexos del libro, transcribimos un aparte de la sesión vespertina del Senado, el 13 de abril de 1970, acta número 16, el Presidente del Senado, Dr. Juan Alfredo Illingworth Baquerizo, manifiesta: “… Me voy a permitir, desde este sitio de la Presidencia, referirme a un hecho y hacer al Senado una sugerencia. Lo hago desde aquí por la trascendencia del asunto y porque en realidad no voy a establecer ninguna polémica, ninguna discusión. El país se ha visto sorprendido con la noticia de la desaparición, primero, y de la muerte, después, de un distinguido dirigente estudiantil de la Universidad Central del Ecuador. Considero, Honorables señores Senadores, que el país atraviesa en estos momentos por graves trances y situaciones difíciles y es necesario que, en mi condición de Senador Funcional por la Educación Nacional, deje constancia de mi protesta más airada por este hecho que está sembrando la inquietud y la zozobra en el país”.

 

Edelberto Bonilla Oleas, dijo: “Señor presidente: El Presidente de la Federación de Estudiantes, señor Milton Reyes, fue riobambeño, un distinguido estudiante riobambeño, un correcto estudiante riobambeño, un estudiante que, habiendo nacido de un hogar humilde y de un hogar pobre, a fuerza de sacrificio de sus hermanos, pudo llegar hasta la Universidad y destacarse. Por consiguiente, ante este hecho luctuoso, condenable por la civilización, por todos los hombres cultos, y consciente como el más de que Milton Reyes fue un joven digno de todo respeto y la esperanza de su familia, de su ciudad y de la patria, señor Presidente, en mi calidad de representante de la Provincia de Chimborazo, como Senador de la República, elegido por el pueblo de Chimborazo, presento mi protesta más enérgica y mi rechazo por este crimen sin nombre. Además, manifiesto que tuve la oportunidad de ser profesor de este muchacho en el Colegio Nacional “Pedro Vicente Maldonado”, así como que tuve la oportunidad de ser profesor de él en la Universidad Central en estos últimos tiempos. Por eso, lleno de la angustia más grande, hasta este instante no puedo explicarme cómo un joven honrado, un estudiante que se había entregado por entero a sus labores y que siempre dio muestras de respeto, de consideración y de amor a los grandes valores se le haya asesinado en la forma que relata la prensa”.

… “Señor Presidente, muy mal hacen aquellas personas que consideran que la rebeldía en contra de las injusticias sociales, de un mundo deshumanizado, en donde sólo existe explotación del hombre por el hombre y de los estados grandes para los estados débiles; digo, muy mal hacen en acusar siempre a la juventud. La verdad es que a la juventud no se la puede formar, no se la puede educar a base de la bala, de la violencia, de la incomprensión y la injusticia. Los maestros y en general los dirigentes del Estado deben empezar conociendo a la juventud, comprendiendo a la juventud; deben empezar analizando la realidad social que vive el Ecuador y que vive el mundo; y sólo entonces llegaremos a la conclusión de que la rebeldía juvenil sólo podrá ser orientada y encauzada cuando les fijemos metas nobles, metas humanas, metas de solidaridad y de justicia social”.

…”No se puede acusar a este joven, señor Presidente, de ningún exceso, porque fue correcto, rebelde sí, pero un joven respetuoso, inteligente y comprensivo”….

SEMILLA DE ABRIL, es una obra de consulta importante para comprender los momentos por los que pasaba la sociedad ecuatoriana en los 70, y, entender la vida de lucha de un joven; verdadero revolucionario popular.