BARNIZ DE PASTO, SÍMBOLO DE LA CULTURA NARIÑENSE
Los días
15, 16 y 17 de octubre del 2014, tuve la oportunidad de estar en la ciudad de
San Juan de Pasto, para participar, como ponente en el
“Simposio Binacional: Colombia y Ecuador. Nariño 110 Años. Historias del Sur”,
en conmemoración de los 110 años de la Creación Jurídica del Departamento de
Nariño; un evento de historia compartido entre; la Academia Nariñense de
Historia y la Academia Nacional de Historia del Ecuador.
La estadía en Pasto
me permitió conocer, algo más de una ciudad, con la que el norte del Ecuador ha
tenido, por siempre, una relación comercial, cultural y familia de suma
importancia.
Quedé fascinado con el
Barniz de Pasto o Mopa – Mopa, símbolo de la cultura nariñense, y, pude traer
como recuerdo un primoroso cofre.
La planta Mopa-Mopa
como la llamaban los nativos ha tenido varios bautizos científicos con el pasar
del tiempo, así: inicialmente, Elaeagia utilis de la familia de las rubiáceas,
en el siglo XIX como Elaeagiautilis (Goudot) Wedd, y, en 1975, la llamarían
como Elaeagiapastogamonophora (resina o barniz de Pasto), y dos años después,
al aclarar la filogenia de este arbusto se lo identificó como una especie nueva
con el nombre de Elaeagiapastoensis Mora (que se debe al científico nariñense
Luis Eduardo Mora Osejo).
El barniz de Pasto es
una artesanía ancestral en la que se utiliza la resina vegetal (lágrima) del arbusto
Mopa-Mopa, también llamado como; palo de cera, azuceno ceroso, guayavillo o
lacre, que crece en el piedemonte del
Putumayo , Caquetá, Sibundoy (Colombia) y Sucumbíos (Ecuador) en la amazonia
Barnizadores
de Pasto. Grabado de Achille Louis Joseph Sirouy (1875). litógrafo, admirador
de Delacroix, pintor y grabador.
Está resina sigue un
proceso largo; recolección, limpieza, macerado, teñido y cocido en agua, estirado
hasta conseguir finas láminas que cubren las piezas utilitarias y otras suntuarias.
Luego el cortado y aplicado a las zonas del utensilio que se va a decorar e
impermeabilizar. Con la aplicación de estas láminas de colores se logran los contrastes
más hermosos con diseños variados, que van entre los propios del pasado y las
innovaciones actuales.
Así, figuras
antropomorfas, zoomorfas, relicarios, adornos de toda clase, bargueños e
infinidad de utensilios van tomando un colorido espectacular.
Se tiene noticia
documental de ésta artesanía desde 1542, cuando los soldados Hernán Pérez de Quesada, informan del particular, pero, así mismo existen evidencias de que
esta resina ya se utilizaba en utensilios encontrados en tumbas de Piartal -
Pasto, límite con Ecuador, y en el siglo XVI, se adornaron los vasos sagrados o
queros en el Cuzco.
Álvaro Gomezjurado (1), dice: “… valga aclarar que Hernán Pérez de Quesada no llega a Pasto, pero conoce la técnica utilizada por los indios de Timaná, que coincidentemente era utilizada por los de Mocoa, y finalmente se radica en San Juan de Pasto, de donde toma su nombre y se instala para convertirse en una artesanía endémica del lugar”.
Álvaro Gomezjurado (1), dice: “… valga aclarar que Hernán Pérez de Quesada no llega a Pasto, pero conoce la técnica utilizada por los indios de Timaná, que coincidentemente era utilizada por los de Mocoa, y finalmente se radica en San Juan de Pasto, de donde toma su nombre y se instala para convertirse en una artesanía endémica del lugar”.
¿Por qué esta breve
noticia sobre el barniz de Pasto?, porque en nuestra búsqueda permanente de
fuentes primarias para la historia, nos topamos con los inventarios de la
hacienda “La Concepción en el Valle del Mira”. El 4 de noviembre de 1767 se
producía el secuestro de los bienes de los Jesuitas que eran expulsados de los
territorios españoles. Entre los bienes de la hacienda, en el listado, consta
un baúl de Barniz de Pasto lo que demuestra la importancia de esta artesanía y
el comercio fluido que se tenía entre los pueblos que une el río Carchi.
Al hacer el registro
de los bienes que están en la capilla de la hacienda, se describe así: “Un baúl de madera de media vara con barniz
de Pasto, nuevo para el Depósito, con chapa, aldabón con roseta de remate, llave,
dos bisagras y seis cantoneras de plata y cinta de tizu de oro en la llave, que
por no hallarse en el Inventario se pone por aumento”.
Hoy
día 30 de mayo, al seguir con la lectura de inventario de la hacienda y
trapiche de “Caldera”, aparecen: “Una cajuelita barnizada de Pasto sin
cerradura ni llave y aun que en dicho inventario se expresa otro baulito del
mismo barniz, se dio por perdido…”, más abajo: “Un baúl mediano con Barniz de
Pasto con su aldabón, chapa y llave, gonces y argollones, todo de hierro”. Como
dato adicional se da cuenta de “esteras grandes de Pasto”, y, en la hacienda de
“Carpuela”; “dos asapates de madera embarnizados”.
FUENTE:
- Gomezjurado Garzón, Álvaro José. Comentario al artículo inicial en FB. (29 de mayo de 2015).
- Gomezjurado Garzón, Álvaro José. 2014. El barniz de Pasto; Testimonio del mestizaje cultural en el sus occidente colombiano, 1542-1777. Universidad Nacional de Colombia. Facultad de ciencias Humanas y Económicas. Medellín. 173 pp.
- Testimonio del secuestro del Colegio Máximo de Quito el 20 de agosto de 1767.- Inventario de la hacienda de trapiche nombrada La Concepción y sus agregados, casas de vivienda, trapiche de ingenio, bienes, esclavos, ganados, sementeras y demás utensilios y entrega a Dn. Jerónimo Hartman administrador nombrado.
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