LA LOMA DE MAFLAS EN MIRA
La Loma de Maflas es un barrio
muy antiguo de la población de Mira. Fue el límite del pueblo con la hacienda
del Pueblo Viejo, después que se “compusieron” las haciendas, usurpando las
tierras a los nativos y conformando las reducciones de los pueblos de indios y delimitando
sus territorios de acuerdo al numero de tributarios. Se ubica entre la quebrada
Obscura y la quebrada de Pueblo Viejo.
El nombre de “Loma de Maflas”, siempre, nos causó curiosidad y la respuesta más lógica fue que ese territorio
debió ser de la familia Mafla. Hoy 2019, hicimos un recorrido por el sector en
busca de alguna persona de apellido Mafla y no queda uno solo, hoy, es el
vecindario de los Pastas, Otero, Vallejo, Quinteros, Valverde, Obando,
Cevallos, entre otros.
Ha pasado tanto tiempo y, hoy, encontramos varios documentos, entre estos; escrituras públicas (Protocolos:
108/71/9/J. AHMCYP), que nos aclaran la designación de la Loma de Maflas.
Corren los primeros días del
mes de septiembre de un lejano año de 1760, cuando en el Pueblo de la Limpia
Concepción de Nuestra Señora de Mira, don Nicolás López Narchín Mira, que
cumplía las funciones de cacique principal y gobernador, pide la asistencia del
Protector de Naturales y la autorización del Corregidor y Justicia Mayor de la
Villa de San Miguel de Ibarra, para otorgar una escritura que debió hacerse,
veinte años antes, en 1740, cuando realmente se hizo el arreglo verbal, de
venta de unas tierras abandonas por un indio del que no se sabía su paradero, ni siquiera su nombre o pariente para buscarlo. Por esto, el cacique, de ese
tiempo, don Leonardo López, con las autorizaciones respectivas vendió, tres
cuadras de tierras para poder pagar los tributos que habían sumado a dicho
terreno.
El negocio lo hizo a favor de
Gregorio de Mafla, y como había pasado tanto tiempo, éste, lo cedió a Alonso de
Mafla, su hijo, y éste a Manuel de Mafla, su primo. El último, pide se legalice
su propiedad por lo que se otorga una escritura de las tierras, bajo los
siguientes linderos: “… por la parte de arriba, con tierras de don Simón
Puedquan Campas Mira; por abajo punta de reja y la quebrada que baja de este
dicho Pueblo, el otro lado zanja de pinllos de por medio, y tierras que posee
Thomas de Thorres, en precio de treinta pesos”.
En otra escritura (fj.
101-102), el mismo cacique Nicolás López, otorga por venta, a favor de María y
Manuela de Mafla, una cuadra de tierras para “aperar la Iglesia con un
ornamento” y tienen como uno de los linderos, la propiedad de Manuel de
Mafla.
Todas estas tierras quedan en “el
camino que va de este Pueblo a la Hacienda del Pueblo Viejo”.
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