MALDONADO Y CHICAL; PARROQUIAS DE LA PROVINCIA DEL CARCHI

A Carlos Alfredo Trujillo Fernández, coadjutor de la iglesia de San Francisco en Otavalo, se le encomienda el “servicio espiritual de esta zona” el 2 de noviembre de 1953 que antes estuvo a cargo de los capuchinos.

“Concediéndosele al efecto las facultades necesarias para el ejercicio de su ministerio pastoral dentro de los límites de las parroquias de Maldonado y Tobar Donoso…”. “… podrá administrar todos los sacramentos, incluso del matrimonio... Recomendamos… especialmente la catequización de niños e indios”. “Este nombramiento durará por el tiempo de vuestra voluntad”, le decía en carta, el Vicario Capitular de la Diócesis de Ibarra, César Antonio Mosquera (riobambeño).

El 6, desde Tulcán, el gobernador del Carchi, Moisés Fierro, dispone al Teniente Político para que designe personal para que efectúe el traslado del Dr. Trujillo y que preparen recepción.

El sábado 13 se produjo un viaje fallido y regresaron a Tulcán; Moisés Fierro, Jorge Bravo (Intendente de Policía) y el párroco. Al final se produce la entrada triunfal a su nuevo destino.

Habían pasado doce años y el obispo Silvio Luis Haro (chimboracense), como nuevo obispo de Ibarra y reemplazante de su coterráneo Mosquera (que visitó Maldonado en 1943) da cuenta de un “fragoso viaje por la carretera que llega a las alturas de Chiles y desciende a Maldonado, luego de doce años que la visitaría monseñor Mosquera”. “Hemos visto con grata sorpresa esta naciente población de veinte y nueve casas (29), habitadas por ecuatorianos y algunos colombianos, en general, todos de buenas costumbres, aunque de difícil situación económica por estar los campos de cultivo casi inexplotados por la carencia de vía carrosable que es posible llegue a esta población después de cinco a diez años, gracias a la asignación estatal de diez y ocho millones de sucres”.

El primer cura designado fue el Dr. Alfredo Trujillo, desde hace ocho meses. Toda la zona tiene mil habitantes ecuatorianos.

“Se aprueba la iniciativa de la nueva casa parroquial y la iglesia que debe construirse en la esquina junto a la actual capilla”.

“Hemos bendecido el cementerio parroquial, obsequiado por la señorita Teresa Quiroz (con documento público), declaramos sitio sagrado, que debe estar alambrado (bendecimos a la donante) y se ordena que tanto el sepelio de ella como de sus familiares íntimos se haga solemnemente a cargo de la iglesia".

"En el río de la Plata hemos ordenado que se bendiga otro cementerio por el actual párroco (que está a una distancia de 4 horas) de camino. Cementerio que está en el terreno donado por el señor Segundo Benjamín Patiño (con documento público), beneficiado igual que la anterior donante".

“Por consentimiento de toda la población y del señor Guillermo Landázuri, que alega derechos de ocupación, hemos señalado el sitio para capilla y casa parroquial en Chical, en una bella colina que domina aquella boca de montaña centro de nuevas colonias y segura población del futuro. Al respecto autorizamos al Párroco para que mensualmente por lo menos celebre una misa vespertina en dicha proyectada capilla a cuyo puesto plantamos la Santa Cruz”.

Al cura Trujillo se le encarga indefinidamente la parroquia de Tobar Donoso… “le delegamos la facultad de confirmar… con el ritual especial”.

Aprobamos en Maldonado las congregaciones; "S. Sacramento, S. Corazón de Jesús; la Dolorosa e Hijas de María”.

En una nota final se da cuenta de: “Todo lo compuesto y desproporcionado de las imágenes del Calvario, ordenamos se las retire del culto y que se manden a trabajar nuevas imágenes devotas y que muevan a piedad, mediante un préstamo que será abonado mensualmente con las erogaciones de todos los socios de la Hermandad de los Santos varones y con las limosnas que se recojan en todas las noches de Semana Santa, cantidad total que puede llegar a la suma de cinco mil sucres”.

Maldonado 28 de agosto de 1955, visita del obispo Silvio Luis Obispo y el secretario S. Mejía.