BARRIO EL NARANJITO (MIRA).
El pintoresco barrio “El Naranjito” se encuentra al occidente de la ciudad, como prolongación de la calle Eugenio Espejo, y, crece hacia el Norte, hasta San Gabriel.
Esta calle que, antiguamente, fue el Camino Real, conectaba los pueblos del Norte y Sur, y, con las haciendas y pueblos del occidente. Camino por el que transitaban las recuas de animales de carga en su trajín de llevar y traer productos. Así mismo, por este camino hacían sus viajes los arrieros de ganado que mudaban los rejos entre las haciendas, distantes o cercanas.
El antiguo Guarango dio paso, en la modernidad, al Naranjito, que, partiendo desde la Emblemática Escuela Rafael Arellano se extiende hacia el caserío del Pueblo Viejo.
Es el único barrio que tiene dos puentes; uno al Norte y otro al Sur. Además, tiene dos quebradas, que, ya mismo, sus nombres se perderán en el olvido, que son la Quebrada de Cobos y la Quebrada de Vanegas, y, colinda con el barrio Loma de Maflas.
De este barrio, hay que recordar muchas cosas, por ejemplo, que junto en la primera quebrada había un sitio obligado para aliviar el dolor de muela, que ponía fin la mano de don Evaristo, en esa misma casa estuvo una de las pocas costureras del pueblo, y, posteriormente, uno de los mejores belenes, en tiempos de Navidad. Se formó una de las primeras estudiantinas musicales integrada por sus moradores.
Este barrio dio varios tenientes políticos, arrieros, mayordomos y escribientes; músicos, tejedoras y al filántropo de la educación, don Rodrigo Ruales.
Es, así mismo, de recordar al Club 4 F, que con la dirección de los voluntarios norteamericanos Peter Gladhart y Emily Winter, emprendieron actividades hortícolas y cría de animales en su granja, adjunta a la escuela, y, se revivió la tradición de tejer con agujones, lo que produjo una remezón de la gente de Mira para mejorar la economía popular con la confección de sacos de lana de borrego que, incluso, se convirtieron, por mucho tiempo, en el referente artesanal de Mira; en los embajadores silenciosos de Mira en el mundo.
El bullicio de los niños de la Escuela Rafael Arellano Nº 81, fue la vida del barrio y el centro cultural y social de nuestro Mira antiguo, local en el que se implemento el desayuno y almuerzo escolar en un lejano diciembre de 1962.
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