WILSON MERA CARRERA: NUEVO APORTE A LA HISTORIA Y LAS LETRAS DEL CARCHI Y EL ECUADOR



Con el título de: “Alejandro R. Mera; ensayo histórico biográfico”, se recupera, y con mucho derecho, la figura de un ciudadano ilustre y de renombre, que enorgullece a los carchenses, porque estas personas merecen estar presentes, y una de esas formas es recordarlos, porque ya son parte de los inmortales de nuestros pueblos por las obras físicas y espirituales que nos legaron. Esas figuras perennes y que dejaron una impronta en la historia de sus pueblos, deben caminar con nosotros, con su desprendimiento, su entrega total a las causas nobles, su patriotismo a toda prueba, su capacidad de dirigencia y, sobre todo ello, con la honradez acrisolada, porque siempre fueron épocas en las que se daba todo a cambio de nada. Esas personas son el ejemplo que deben guiar a las nuevas generaciones.

Este ensayo se compone de dieciséis capítulos en los que se cuenta la vida y obra de don Alejandro R. Mera, un carchense destacado en todas las labores que le tocó asumir en su amorosa y patriótica tarea por mejor las condiciones físicas e intelectuales de su amada tierra e irradiar a nivel nacional con su espíritu luchador, teniendo como trinchera la prensa. Este libro, además, nos permite ubicarnos a nivel internacional, nacional y local, en los momentos en los que le toco vivir al biografiado, desde su nacimiento en 1885 hasta su paso a la inmortalidad en 1955. En varios capítulos, se incluyen textos escogidos de sus principales obras.

Con la lectura, nos imaginamos al hombre diligente, amante de la historia, maestro convencido, cultivador del lenguaje, al poeta, al orador, al luchador por las causas obreras, al funcionario público, al político y, más, al incansable impulsor de la cultura de la gente de su ciudad. También lo vemos, recogido en el seno familiar o en una faceta de agricultor, hortelano o jardinero, en su gran patio trasero de la casa en la calle Pichincha o en La Cuadra que mantenía en la calle Tarqui, lugares en los que toma fuerza para seguir en su afán de lograr cambios fundamentales para su añorada tierra. 

Para los carchenses y para aquellos que quieran acercarse a conocer la historia y pensamiento carchense y tulcaneño, son obras obligadas de estudio: Monografía de Tulcán, Leyendas Históricas del Carchi, Biografía del General Rafael Arellano, Espigas Sueltas, Varios Dramas y Don Quijote en Tulcán; salidas del pensamiento e investigación de don Alejandro R. Mera.  

El autor del libro nos ubica en el año de 1926, cuando el Concejo Municipal de Tulcán, el 1 de diciembre, expide una ordenanza, “mediante la cual se delimita el área urbana de Tulcán en sus cuatro costados que, resumiendo los puntos de referencia podríamos señalar: por el Norte: en línea más o menos recta desde el río Tajamar hasta la actual pileta de la avenida Coral y de ésta hasta el río Bobo; por el Occidente el río Bobo; por el Sur: desde el río Bobo hasta el actual monumento a la minga en la avenida Veintimilla y de ésta hasta el río Tajamar, y, por el Oriente el indicado río”. ¡Que chiquito que era Tulcán!.

Su paisaje, sus calles, casas y plazas son descritas en la obra, así como esos momentos de trabajo en la minga y los logros importantísimos para mejorar la condición de vida de los tulcaneños. Así se relata la llegada de la energía eléctrica que sustituiría a los faroles alimentados con petróleo y a las velas, el agua que ya será tomada desde un grifo y no de la acequia que cruzaba la ciudad o de los aljibes profundos, y la canalización que suspendería a los pozos ciegos, las calles empedradas que eliminaron los lodazales, la vialidad que termina con los caminos de herradura y despeñaderos, la educación que se convierte en la única alternativa para educar y liberar a las personas. 

Estos son nuestros pueblos, en los que los “adelantos” llegan a hacerse realidad por el trabajo tesonero, de muchos años, de esa gente generosa que incluye en sus sueños y acciones personales los sueños colectivos; porque quieren mirar, disfrutara y compartir un futuro mejor.

Esta obra está escrita por Wilson Alejandro Mera Carrera, nieto de don Alejandro R. Mera. Es indudable que el amor filial aflora en algunos pasajes, sin embargo prima la rigurosidad de la investigación y el tratamiento biográfico, dando énfasis a la producción intelectual de su abuelo. Es un trabajo investigativo, como lo declara el autor, de largos años de consulta y de escudriñar en la memoria de sus parientes y de él mismo sobre la vida y añoranza con don Alejandro R. Mera. 

Al leer el libro, “Alejandro R. Mera; ensayo histórico biográfico”, regresé a ese Tulcán del pasado, en aquel que recorrí, ocasionalmente, con los parientes que tenían la misma edad que la mía. Y en la casa nos “soltaban” mientras los adultos conversaban cosas “serias”. En cambio nosotros, los muchachos despreocupados de la vida, salíamos en loca carrera a buscar los chorros de agua temperada para un improvisado baño; aprovechamos para coger moras en las matas generosas que abundaban en las cercas y llegar al río para apropiarnos, como buenos marineros, de unas pequeñas canoas que enseguida despertaron nuestros sueños de aventureros en todos los mares del planeta. Entre risas y picardías la tarde se va terminando y es recién allí, cuando nos percatamos que el frío ya nos había mordido. 

Wilson Mera Carrera es un destacado jurisconsulto carchense; hijo del profesor don Trajano Mera Corella y doña María Dolores Carrera Ortiz. Su padre fue el cuarto hijo de don Alejandro R. Mera y doña Carmen Amelia Corella Fierro. 

En las páginas de esta obra, el lector y el estudioso, podrán encontrar información de gran importancia y, además, retos para seguir investigando la historia de un pueblo y su gente indomable y altiva como es la del Carchi.

Saludo la publicación de este nuevo aporte a la historia y las letras del Carchi y el Ecuador, que hace nuestro amigo y compañero de la Corporación Amigos de la Genealogía y coterráneo nuestro. 


Mira, marzo de 2018.

Bayardo Ulloa Enríquez.


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