LOS PERDIDOS SE VUELVEN A ENCONTRAR EN MIRA
“Que saben ellos de amores
si nunca los han tenido
que saben de corazones
que aman y dan cariño
no saben nada de nada
y nos llaman los perdidos”.
No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague, me dice Marcelo Palacios Herrería; “esto estuvo planeado desde antes de la pandemia, pero, al fin, llegó el día”. Yo, me había colado de fotógrafo ad hoc.
En medio del jolgorio fueron llegando los convocados al parque Juan Montalvo, el entrañable lugar en el que pasaron la niñez y la juventud.
Cuantos recuerdos debieron cruzarse por su mente. Por los costados del parque llegan unas figuras que ya no son las que corretearon por estos lares; llegan con paso pausado, con la tranquilidad que dan los años.
Al reencontrarse, al verse a los tiempos, surge la pregunta; ¿quién eres?, y, enseguida, a averiguar de todo.
Y el abrazo cariñoso guardado por años para darlo, precisamente, en este parque emblemático, en este sitio; centro del recuerdo de los mireños.
La fotografía conmemorativa, las bromas de hace años, y las palabras de aliento: “pero si estas igualito…”; esa mentira piadosa que es un cobijo de aprecio que nunca desapareció.
Faltará tiempo para enterarnos de los lugares de residencia, de los trabajos, las experiencias.
La mayoría ya están jubilados, pensando en los hijos, en los nietos, y, claro, en los achaques, que, por ahora, por el encuentro son minimizados, porque es momento de festejo por estar “solos, libres… e inofensivos”, y llegan las carcajadas.
Viaje al Cóndor, un monumento que va tomando gran fuerza y atracción turística, ubicado en Bellavista, hoy re-denominado como Mirador del Cóndor. Obra escultórica de Daniel Reyes Orquera.
Y nuevamente la foto memorable de una avifauna de esplendor y las bromas que ni siquiera el viento deja que se esfumen.
Desde el Mirador, se aprecia gran parte del valle del río Mira, y los poblados cercanos y distantes; los cañaverales, el río y los recovecos que abre en camino a la Costa.
El retorno de la caravana que ha aumentado con la llegada de otros convocados; ahora la parada es en el monumento a la Virgen de la Caridad, en el inicio de la loma de "Mayataquer", y, finalmente, a retomar fuerza en donde “El Chipico”; comida y bebida del sector, todo para recordar; olores y sabores que nos llevan a la casa solariega de este Mira eterno. Feliz encuentro de “Los Perdidos”.
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Jorge Arboleda