LAS PRIMERAS LETRAS EN CHIMBORAZO


Cárceles, juzgados, tiendas y corredores, sirvieron para que la niñez de nuestra provincia conozca las primeras letras. El cuarto que hacía de local escolar, por su deterioro, casi siempre, fue una amenaza para los estudiantes. Los ochenta pesos anuales, que tenía como remuneración el maestro, estuvieron siempre, vendidos con anterioridad y en forma permanente, porque nunca se pagó a tiempo. El descuido total en la educación de la mujer fue notorio.
El señor Francisco Moscoso, Inspector de las Escuelas Primarias de la Provincia de Chimborazo, el 31 de diciembre de 1874, presenta al Gobernador, un informe muy detallado sobre la situación de la educación primaria. El informe aparece en el periódico oficial; "El Nacional", N° 413.
La educación primaria se impartió, preferentemente, a los varones, que suman en la provincia 2065; repartidos en 32 escuelas. Sólo 189 niñas se hallan matriculadas en tres escuelas públicas y 1036 se quedaban sin instrucción.

CANTÓN RIOBAMBA
           En Riobamba, hay una escuela para niños con 187 alumnos, atendida por el institutor Efrén Cabrera y ayudante Vicente Ricaurte. "Nada deja que desear ya para que continúe gozando de la bien merecida reputación de ser el mejor plantel de instrucción primaria de toda la provincia", dice el informe.
El proyecto de creación de la escuela de los Hermanos Cristianos está en marcha y si no se hace realidad a tiempo, por lo menos quedarán 200 niños en el centro de la ciudad sin ingresar a la escuela.
La escuela para niñas tiene 64 alumnas, al menos deberían asistir doscientas, pero al local le faltan  arreglos y en otra parte funciona el cuartel. La profesora de la escuela es Sofía González.
En San Luis es profesor Ángelo Oleas. La escuela, "tiene por local un cuarto desmantelado y sin útiles de ningún género y de los 85 alumnos que se encuentran en lista, apenas concurren las dos terceras partes".
La parroquia carece de escuela de niñas, pero se puede instalar con 78 alumnas. Se debe proporcionar local y se sugiere como profesora a la señora Virginia Galarza.
En Punín el institutor Emilio Casar, tiene 53 alumnos, "el local propio, bastante cómodo y con algunos muebles". El párroco ha ofrecido arreglar el local, "por su cuenta", para que funcione la escuela para niñas, que podría tener 59 alumnas y se propone como profesora a la señora Virginia Orta.
En Licto hay 69 alumnos atendidos por el profesor Santiago Altamirano. Imparte sus clases en un corredor que no pasa de seis metros, en la misma casa en donde habita. El cura párroco, actualmente, está haciendo construir dos buenos locales para niños y niñas con habitaciones para los maestros. Las niñas que estarían en posibilidad de asistir a la escuela son 72 y se propone para institutora a la señorita Sabina Ripalda, "que se halla en estado de salir del colegio Sagrados Corazones de esta ciudad".
En Pungalá el institutor Bernardino Burbano es reemplazado por Modesto Palacios. La escuela tiene 71 alumnos y funciona en la casa del juzgado. No hay escuela de niñas, pero podrían asistir 61 alumnas, y se recomienda el nombre de la señora Adelaida Reyes para profesora, la que "ofrece dar lecciones en su propia casa".
Cebadas tiene un local malo, en el que reciben clases 30 alumnos. Es institutor Isidoro Montenegro.  "Según la ley, -éste- institutor no debería gozar del sueldo íntegro; pero en atención a que una hija suya llamada Gertrudis Montenegro tiene también a su cargo el número de veinte niñas, he convenido con el primero en que continúe percibiendo su pensión completa a condición de que la expresada señora ha de continuar enseñando gratuitamente a esas pocas niñas".
La escuela de Guamote está bien organizada a "pesar de que el local carece de útiles y no presta la comodidad suficiente", el institutor es Joaquín Romero y tiene 83 alumnos. La población carece de escuela de niñas, pero podría crearse, al menos, con 50 alumnas y se propone para profesora a la señora Dolores Alvear.
"Como la Municipalidad de Riobamba posee y da en arrendamiento dos tiendas que se hallan contiguas al local de niños, debe obligársele o reasumir dichas tiendas para formar de ambas un local para escuela de niñas. Esta medida será tanto más justa, cuanto que los guamoteños me aseguraron haberlas construido a sus expensas sin que la Municipalidad hubiera costeado un solo real de sus rentas".
La escuela de Palmira tiene de local un "chozón malísimo", en el que reciben clases 20 niños, sin embargo de existir 39 en condiciones de hacerlo. El profesor es Francisco Astudillo, "que vive siempre enfermo por causa del clima, rehúsa continuar en dicha escuela; y para aprovechar de sus servicios y aptitudes, he dispuesto que desde el 1° del entrante (enero 1875) pasa a ocupar la escuela de Yaruquíes".
Nicolás Larrea se desempeña como institutor en Columbe y tiene 40 alumnos, pero que por faltas se dispone que pase a servir a la parroquia de Palmira; "y si no le conviniera en ello, como me ha dado a entender, entonces se nombrará otro en su lugar", anota el inspector. "El miserable chozón que servía de local en esta parroquia se ha destruido recientemente".
La escuela de Sicalpa está considerada como una de las mejores de la provincia, tiene 84 niños y su profesor es Pantaleón Oleas. El párroco está mandando a construir, a su costa, todo el mobiliario para la escuela. Hay una escuela privada para niñas con 25 alumnas y se mantiene por aportes de los padres de familia y del cura párroco. Se propone la creación de una escuela pública, a la que podrían ingresar 54 niñas, en la que desempeñaría las funciones de profesora la señora Emilia Inca Castillo, que actualmente atiende la escuela particular.
La escuela de Cajabamba no tiene local propio y el institutor Eusebio Oleas imparte clases a 73 niños que tienen que acomodarse en un pequeño cuarto de su casa y sin útiles de ninguna clase. Veinte niñas son alumnas de una escuela privada en la que es profesora la señora Ángela Ruiz que podría enseñar en la escuela fiscal, que es necesario crear, y se matricularían 67 niñas.
El inspector manifiesta que cuando llegó a la escuela de Calpi, esta estaba cerrada a "consecuencia de que el institutor, hombre de malas costumbres, al saber que yo iba a practicar la visita, la había abandonado espontáneamente".
El nuevo profesor es Andrés María Silva y tiene 43 niños. La escuela carece de local propio. "En esta parroquia era difícil establecer, por ahora, una escuela de niñas, porque hay pocos habitantes en el centro de la población; y casi todos los niños vienen del campo. Más conveniente sería establecer otra escuela de niños en el punto denominado San Juan, que dista mucho del centro de la parroquia y es más poblado".
En Licán son alumnos de la escuela 35 niños y el profesor es David Noboa. "Lo sensible es que el miserable cuartillo que sirve de local es chico, oscuro y desmantelado. No se halla esta parroquia en condiciones de emprender todavía la creación de una escuela para niñas".
La escuela de Yaruquíes tiene 40 niños y a su profesor José M. Barriga, por su conducta, se le cambia a Columbe. El local es cómodo pero carece de útiles.  Aproximadamente hay 51 niñas con las que se podría establecer otra escuela y se desempeñaría como profesora la señora Juana Sandoval".
"El venerable párroco se ha propuesto arreglar a su costa el local respectivo, dividiendo una gran pieza perteneciente a la cárcel, y dejando ambos establecimientos con entera independencia y comodidad".
El institutor de la escuela de Chambo es Miguel Vallejo y tiene 99 alumnos, pero los que concurren normalmente son 66. La escuela no tiene local propio y el maestro ha tomado en arrendamiento con la esperanza de que la municipalidad la satisfaga, lo cual no ha podido conseguir hasta ahora". Es necesaria la creación de la escuela para niñas a la que podrían asistir 133 alumnas. La profesora podría ser la señora María Uzcátegui.
La escuela de Pallatanga tiene 40 alumnos, pero el profesor, Justo Pastor Ubidia, desde el 12 de diciembre de 1874 la tiene abandonada.

CANTÓN GUANO
La escuela de Guano tiene 170 alumnos y el profesor es Pacífico Baus. Es necesaria la presencia de un ayudante.
"La población de Guano está dividida en dos grandes secciones, la llamada del Barrio Alto, y la que se denomina el Barrio Bajo; los niños de la primera son los únicos que concurren a la escuela, mientras que los de la segunda, que pasan de 200 van desarrollándose en la más completa ignorancia por falta de instrucción primaria". Se recomienda la creación de otra escuela en el bario Bajo.
La escuela de niñas tiene en su lista 84 alumnas, y las que concurren normalmente, apenas, son 40. Es profesora la señora Josefina Cabezas. "... los locales de ambas escuelas amenazan una próxima ruina y que ambos tienen su mobiliario en mal estado... hay riesgo inminente de que los niños de ambos sexos queden de repente sepultados bajo la cubierta del edificio".
Penipe cuenta con una escuela a la que asisten 83 niños y es profesor José María Ruiz. El local es muy pequeño y desmantelado. Para organizar la escuela de niñas hay una lista con 56 alumnas y podría ser profesora la señora Virginia Romero que ofrece dar lecciones en su propia casa.
Miguel Ortiz es institutor en San Andrés, asisten a la escuela 60 niños. "El local en que se halla esta escuela amenaza una próxima ruina". Para la creación de la escuela de niñas el párroco ofrece arreglar un local y podrían asistir 44 alumnas, con la posibilidad que se desempeñe como profesora la señora Natividad Hurtado.
En Ilapo el profesor es Andrónico Chávez: en la de Guanando, Fidel Cadena; en Puela, Fidel Bonilla; en Cubijíes, Agustín Moreano y en Químiag, Vicente Mancheno que es reemplazado con Martín Chávez. En todas estas escuelas los alumnos que están en lista son 284, pero apenas asisten a clases, la mitad.

CANTÓN ALAUSÍ
La escuela de Alausí tiene 67 alumnos y carece de local propio. El profesor Ciro Vaca, por cumplir con otro trabajo que no es "compatible" con el de maestro, es destituido y nombrado como reemplazo a Rafael Mancero.
La escuela para niñas está dirigida por la institutriz señora Ángela Betancourt y tiene 41 alumnas, pero se calcula que podría duplicarse el número, si asistieran todas las niñas que están en estado de recibir la enseñanza primaria. "Es indudable que, por descuido de las autoridades locales, no se duplica el número de alumnas. En cumplimiento con mi deber -dice el inspector- excité el celo de dichas autoridades para que procuraran obligar a todos los padres de familia que tuviesen niñas, a fin de que las pusieran inmediatamente en la escuela".
La escuela de Achupallas tiene un buen local y mobiliario completo. El institutor es Andrés María Cepeda y tiene a su cargo 50 niños. Se propone para profesora de niñas, en el caso de que se cree, a la señora Rosa Vélez. Pueden asistir 52 niñas.
La escuela de Guasuntos tiene 42 niños, su profesor es Esteban Hernández. "Se halla en un miserable cobertizo". Se podría formar una escuela para niñas con 42 alumnas y se propone para institutora a la señora Ana Pazmiño.
El profesor de Pomallacta, Manuel Ponce, divide el sueldo con su hermana, porque hay 27 niños y 18 niñas en la escuela. En Gonzol se destituye al profesor Idelfonso Dávila y como reemplazo se nombra a Rodolfo Recalde. La escuela tiene 46 niños. En Chunchi, la escuela tiene 74 niños atendidos por el institutor Justo Mora. Se puede formar una escuela para niñas con 60 alumnas y se propone como institutora a Mercedes Franco.
En Sibambe, asisten a la escuela 40 niños y el profesor es Rodolfo Recalde. La escuela de niñas se podría formar con 42 alumnas y para profesora se propone el nombre de la señora Rosario Gavilanes.
La escuela de Tixán está dirigida por Camilo Mancero y tiene 65 alumnos. La escuela de niñas puede tener 99 alumnas y se solicita que sea profesora la señora María Orta.
Riobamba, agosto 10 de 1999. 

FUENTE: Bayardo Ulloa. Riobamba, apuntes del pasado.  

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