TAMBORES DE CORPUS CHRISTI EN RIOBAMBA
Todas las fiestas fueron celebradas con chicha y aguardiente, siendo la embriaguez una característica del buen festejo.
Las fiestas religiosas no fueron impedimento para los desenfrenos con la bebida. Así es como en el año de 1800, en la Villa de Riobamba, se pasaron de copas los “tabores” de Corpus Christi.
Los tambores llevaban el ritmo para el baile de los danzantes y generalmente eran los caciques de los pueblos. En esta ocasión correspondió a los caciques Fernando Curiargos Guaraca, cacique principal, y, Angelo Sasnalema, Alcalde Ordinario; los dos del Pueblo de Licán.
Efectivamente, Don. Fernando Curiargos Guaraca, era el cacique principal y alcalde ordinario de Licán y Punín, en las parcialidades reducidas a Licán. Fue hijo de Agustín Curiargos, nieto de D. Mateo, bisnieto de Gonzalo y chuznieto de Agustín.
En 1813 se le hace constar como cacique principal de tres parcialidades; Andaguilla, Mayo y Ananchanga (parcialidades de mitimaes) en el pueblo de Licán. En un alegato, dice que D. Leandro Sepla y Oro fue arrendador de las tierras de Licán (en disputa) y en vista de que el cacique Curiargus ha repartido las tierras a sus indios, los herederos quieren hacerse dueños de las tierras igual que en los solares del pueblo. Además, manifiesta que D. José Sepla y Oro y su hermano Manuel han despojado de tierras a las parcialidades mitimaes en contra de las disposiciones de las Leyes. El derecho de las tierras en litigio fueron entregadas a Curiargos con providencia de 18 de agosto de 1755 y 27 de agosto de 1756, que luego del litigio las tierras de Quera fueron entregadas a Curiargos el 27 de abril de 1813. En 1815, nuevamente “los indios de Cacha (anejo) de Yaruquíes, Ipo, Toca, Paguay y Toapanta se quieren apoderar de las tierras de Quera”.
Por su parte, Don. Ángelo Sasnalema, era cacique y alcalde ordinario, fue casado con Francisca Rojas. El cacique Justo Duchicela le planteo una querella en 1802. En 1832 fue testigo de Gaspar Sañay por pérdida de papeles.
Estos dos personajes se emborracharon en la fiesta de Corpus, hasta perder la cordura y se fueron a la pelea, rompiendo los tambores en medio de la gresca, parando el baile y recibiendo inmediatamente las consecuencias.
Enseguida actúa el Defensor de Naturales de la Villa y Partido de Riobamba, en la defensa de Don Fernando Curiargos Guaraca, y envía un escrito al Corregidor y Justicia mayor, indicando: “Que con ocasión de la fiesta y celebración del Corpus Christi, según costumbre en las Indias se hallo mi parte embriagado inter este tiempo que entre dos Indios hermanos tambores tuvieron disensiones de ebrios rompiéndose las cajas, que por ellas dejaban de bailar los danzantes como tal embriagado se opuso a lo determinado por Dn. Angelo Sasnalema, Alcalde Ordinario de aquel Pueblo y Amigo íntimo de mi parte, por total satisfacción que han tenido, bajo de ella, cargado de los Licores, quedose no se acuerda lo que habló y por ser entre Caciques ambos nobles, que no se lastimaron; pide que por la protección de la amistad, como por que se hallan desempeñando el despacho de la cobranza de los tributos a que mi parte….”, para que se suspenda todo trámite legal que perjudique a los caciques.
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