DON ALONSO ATI, CAPITÁN DE LOS EJÉRCITOS DE ATAHUALPA
Don Alonso Ati, fue el primer Señor y Gobernador del pueblo Tihualó, (que en la conquista fuera reducido al pueblo de San Miguel). Este cacique fue designado por el Inga Atahualpa y por tradición llevaba disco y tiara, como insignias antiguas de su poder; fue muy respetado por sus vasallos. Cuando tenía que salir de sus dominios era llevado en andas con guardia de soldados portando lanzas.
Cuando el “Inga Atagualipa” llegó desde Quito en su camino hacia el Cusco, al momento de hacer guerra contra su hermano Huáscar, se encontró con Don Alonso Atí, quien se incorporó como capitán de su ejército y en una marcha difícil por más de quinientas leguas lograron el triunfo sobre Huáscar. Don Alonso Atí, luego de estas luchas, regresó a vivir con sus vasallos en las tierras de su cacicazgo.
Al producirse la conquista este “Señor” se integró muy bien a la nueva vida y vestía a la usanza española, llevando daga y espada. Mantuvo muchos privilegios y se convirtió en un celoso guardián de la nueva religión, ayudando a difundirla. Cobraba puntualmente los tributos, y así fue ganándose el aprecio de las autoridades españolas y fue admitido entre la sociedad de la ciudad de Quito.
Cuando se produjo la lucha interna por el alzamiento de Gonzalo Pizarro, apoyó a las fuerzas del virrey Blasco Núñez Vela, y como personaje de mucha confianza, fue ubicado en el punto de Mocha para que apoye con el “avío” a los soldados de la fuerza del ejército del Rey, y, además, formó grupos de espías para favorecer al virrey. Así mismo, castigó a los nativos que se habían integrado a las fuerzas de Pizarro. Todos los gastos en los que incurrió fueron de su propio peculio.
Varios pueblos de nativos en el territorio de Quito se mantuvieron renuentes y belicosos en contra de los conquistadores, como fue el caso de aquellos que habitaban en la cuenca del río de Mira; Caguasquí, Lita y Quilca. Para reducirlos tuvieron que recurrir a la fuerza e integraron “ejércitos” con los indígenas sujetos al cacique de Tulcán de los Pastos, y los grupos de Don Alonso Ati. Estos hechos y otros fueron consolidando el poder del cacique de San Miguel. La información consta en el memorial de 21 de agosto de 1592 en el que da cuenta de las actuaciones de Don Alonso Ati, y fue presentado por su bisnieto Don Francisco Ati, al sustentar un pedido de “Merced”.
El cacique principal y gobernador de San Miguel, Don Francisco García Ati, (en 1633) pide algunas mercedes, entre ellas; “de la encomienda de Indios de don Christóbal Núñez de Bonilla, atento que está con postrera vida y no tener hijos ni sucesión como se ha hecho con Don Francisco Tomala cacique principal y gobernador de la isla de la Puna, que don Luis de Velasco finado, siendo virrey del Piru, le encomendó los dichos indios en el Puerto Viejo y así mismo tiene indios de encomienda doña María Cachi cacica del pueblo de Daule jurisdicción de Guayaquil…”.
El memorial lo presenta a Don Gaspar de Zúñiga y Acevedo, Conde de Monterey, Señor de las Casas y estado de Biedma y Ulloa, Virrey lugar Teniente del Rey, Gobernador y Capitán General de los reinos y provincia del Piru, Tierra Firme y Chile.
Correos del Ecuador, sello postal del año de 1937. Atahualpa.
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