GONZALO CRIOLLO; AUTOR DE LA MÚSICA DEL HIMNO AL CANTÓN MIRA

“Nací músico para servir a la educación de mi Patria”

Gonzalo Criollo O. (1919-1990)

Músico y docente ecuatoriano, nacido en Girón, Provincia del Azuay, el 10 de marzo de 1919. Fallece en la ciudad de Quito el 7 de agosto de 1990 a la edad de 71 años. Su vida estuvo dedicada al cultivo y enseñanza de la música, expresión artística para la cual tenía especiales dotes. Su formación profesional la realizó en el Conservatorio de Música de Cuenca, donde recibió exigentes lecciones de instrumentos clásicos como piano y violín matizado con el conocimiento de la historia universal de la música de los grandes maestros. Fue un virtuoso autodidacta en otros muchos instrumentos musicales; tal fue su dominio que no existió instrumento de teclado, cuerdas, viento, percusión que le fuera desconocido. Escuchar sus interpretaciones musicales eran un verdadero deleite de refinado buen gusto. En 1952, desde la ciudad de Azogues, Provincia del Cañar, donde se inició en la docencia en el Colegio Bernardo Abad, se trasladó junto a su familia a San Gabriel, Cantón Montúfar, Provincia del Carchi, para continuar la actividad educativa desde la asignatura de Música en el Colegio Nacional "José Julián Andrade". Durante muchos años se distinguió como uno de los docentes de la rama más importante del norte ecuatoriano. Su obra cubrió distintas facetas en las que brilló con luz propia. Se destacó como arreglista y director de coros y bandas de música de niños, jóvenes y adultos; fundador de la Banda Municipal del Cantón Montúfar que animó por mucho tiempo alegres retretas dominicales con el beneplácito ciudadano; connotado autor de la música de himnos de escuelas, colegios e instituciones culturales y gremiales; director de marciales bandas de guerra de escuelas y colegios que desfilaban en las fiestas patrias. Formó y dirigió con singular éxito organizaciones orquestales sin dejar de incursionar en la composición musical de valses, pasillos, nocturnos, rondas infantiles y música sinfónica y sacra que se mantienen en partituras aún inéditas. Con sapiencia supo descubrir y formar nuevos valores en el difícil arte del canto e interpretación musical, guiando y estimulando su dedicación. Fue un ardiente defensor de la música nacional a la que consideraba como un elemento importante de identidad cultural de nuestro querido Ecuador. 

Por cerca de un lustro su actividad docente cubrió la ciudad de Esmeraldas donde fue muy apreciada su labor en los Colegios "5 de Agosto", “Luis Tello”, “Luis Vargas Torres” y “La Providencia”. Perpetuó su nombre como autor de la música del Himno del Centro Educativo Primario “10 de Agosto”. 

De regreso a la Provincia del Carchi, en 1966 fue designado Supervisor Provincial de Educación Musical, con sede en la ciudad de Tulcán, en reconocimiento a su capacidad profesional y amplia experiencia docente.    Durante los años que desempeñó estas funciones, por su labor y vocación de servicio recibió homenajes de gratitud por parte de instituciones públicas y religiosas; así como de establecimientos educativos fiscales, particulares y fiscomisionales. Por este tiempo en su galería de contribuciones se inscribía la música del Himno a la Virgen de las Nieves, Patrona de San Gabriel, Himno del Colegio Técnico Agropecuario “Jorge Martínez Acosta” de la misma ciudad y el Himno del Colegio “Técnico Industrial Vicente Fierro” de la ciudad de Tulcán.   

Atendiendo la invitación de la Congregación de las Madres de la Providencia con asentamiento en la ciudad de Mira, con especial dedicación laboró por algunos años en el Colegio León Ruales. No escatimó esfuerzos para componer la música del Himno del Cantón Mira, cuya letra pertenece a la inspiración del Rvdo. Padre Galo Rosero Navarrete, ex párroco del lugar. La Parroquia Mira había sido erigida a la categoría de Cantón el 18 de agosto de 1980. Hoy su población lo canta con sentimiento cívico en todo acto público que patrocina el Concejo Municipal incluyendo a los conmemorativos de aniversario de la cantonización. Con su muy personal contribución, el Maestro Gonzalo Criollo Orellana, expresaba su agradecimiento y admiración a Mira y a su gente laboriosa y amable que han hecho de este jirón de la Patria un hermoso lugar turístico y un emporio de producción. 

Ya jubilado fijo residencia en Quito sin renunciar al ejercicio de la docencia que constituía su verdadera pasión. Algunos establecimientos particulares de la capital lo tuvieron en su rol selecto de docentes.    

Su muerte acaecida de manera inesperada en 1990 fue muy sentida por la sociedad que lo conoció y valoro su obra. Su sepelio en el Cementerio El Batán de la ciudad de Quito, donde yacen sus restos mortales, fue una corporativa expresión de pesar y solidaridad. 

El pasar del tiempo no ha borrado el recuerdo del trabajo fecundo que desarrolló el Prof. Gonzalo Criollo Orellana, como insigne músico y maestro forjador de juventudes que prestigió a la cultura y educación nacional.

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FUENTE: Archivos de la Familia Criollo Rocano 

AUTOR: Ing. Renán Criollo Rocano